lunes, 6 de septiembre de 2021

EL GATO PIJI EN CANTABRIA

 CANTABRIA INFINITA

"Vacaciones Santillana, Vacaciones Santillana, Vacaciones Santillana". Jejeje Tú y yo sabemos que lo has cantado, se ve que tienes ya una edad para empezar a cuidarte. 

Pues sí, después de un 2020 encerrados y la mayor parte del 2021 también, por fin podemos disfrutar de unas vacaciones medio dignas. Y la verdad que han venido muy bien. ¿Por qué viajar en Septiembre?, pues porque no hay las aglomeraciones de Julio y Agosto y porque la temperatura para viajar en moto es la idónea, aunque si viajas al norte de España tienes muchas posibilidades de que te pueda llover.

Pero ¿quién dijo miedo?...

Desde el viaje a Alemania, hemos descubierto que lo mejor es no concertar los hoteles para tener libertad de viajar por donde uno quiera y hasta donde uno quiera, así que sólo pillamos los dos primeros hoteles, ya que después de mirar un poco y con esto del Covid no quisimos ser tan temerarios.

Bueno vamos al lío.

Salimos el día 6 de septiembre con toda la ilusión de aquellos que comienzan las vacaciones, montamos las maletas en KaTY y colocamos al Gato Piji en su lugar junto al móvil con la aplicación OSMAND como GPS. (De ella hablaremos al final del Post). Nuestra cara lo decía todo.


Lo primero fue repostar a KaTY y tomar la carretera que nos lleva al norte de la provincia de Córdoba para ir dejando atrás Andalucía y adentrarnos en Extremadura.
Como podréis ver en las fotos el día se levantó más otoñal que veraniego, pero la verdad que la temperatura acompañaba para ir en moto.


Durante nuestro recorrido por la provincia de Córdoba disfrutamos de esos grafitis que hay a la entrada de alguna de las poblaciones y que las identifican de otras. 


Pero la mano del ser humano no siempre es tan colorida, por desgracia también nos encontramos por el camino con la huella mala del hombre...


Así que Córdoba nos da la despedida con el Castillo de Belalcázar en la lejanía antes de adentrarnos en la provincia de Badajoz


El paisaje se va transformando poco a poco aunque se asemeja mucho a lo que dejábamos atrás. 



Nuestra idea era haber pasado junto al Embalse de Orellana, pasar por Zorita hasta llegar a Trujillo y poder visitar la Plaza Mayor de Trujillo, pero nuestro amigo OSMAND tenía otros planes para nosotros y nos llevó hasta Villanueva de la Serena, localidad donde reside nuestro amigo Valen. "Valen, perdón por no haberte avisado con tiempo, pero la cosa no fue planeada". 
Aprovechamos para desayunar en dicha localidad y me ocurrió un "Javier". Mi sobrino y Chus saben de lo que hablo. Jejeje. Seguramente el dueño del Restaurante "Olayo" no leerá este blog, pero desde aquí le pido disculpas por lo sucedido. 

Después de desayunar, la cosa iba a ir algo más ligera o eso creíamos, porque tras pelearme con OSMAND, seguía empeñándose todo el rato en llevarnos por la autovía. No se enteraba que nosotros llevábamos a KaTY, y que con ella nos gusta ir por carreteras de las que salían en el NODO y no por esas vías rápidas sin alma para un viaje en moto.

Llegamos a Trujillo y nuestro gozo en un pozo. Y lo peor de todo es que lo sabíamos ya que viendo un vídeo de KikePar (https://www.youtube.com/watch?v=oNojmUrhlGM), informaba que no se podía llegar con la moto hasta ese punto. De eso nos dimos cuenta cuando llegamos a un par de calles que ponían prohibido el paso y además coincidían con las mismas calles que salían en el vídeo. Así que después de un par de vueltas por las calles de Trujillo decidimos continuar nuestro viaje.

Así que poco a poco nos acercábamos al Parque Nacional de Monfragüe, y la verdad  sea dicha es que cuando planifiqué el viaje no me fijé de que íbamos a pasar por este punto. Así que lo primero que vimos fue la silueta del Castillo de Monfragüe, pero de repente nos encontramos con el Salto del Gitano (
https://rutaspormonfrague.es/index.php/leyendas/item/57-leyenda-del-salto-del-gitano) junto a la Peña Falcón y al Río Tajo. Señores, tienen que ir a visitarlo ya que es impresionante el lugar. Y eso que por la sequía el nivel del Tajo era algo más bajo de lo normal.
Además allí coincidimos con una pareja motera de Granada que estaban como nosotros huyendo del calor del Sur.




Seguimos viajando por el Parque Nacional disfrutando de la carretera que cruza por el mismo y que surcan al rededor del Embalse José María de Oriol-Alcantara II. La verdad que empezamos a ver la escasez de agua en los embalses por los que íbamos pasando. Y creo que se ha juntado el hambre con las ganas de comer. La falta de lluvias y las eléctricas hacen que el paisaje se vea así de seco.




Seguimos conduciendo hacia el norte de España en busca de nuestro primer destino que se encuentra en el Valle de Jerte en la provincia de Cáceres. De modo que hasta Cuacos de Yuste, donde se encuentra el Monasterio de San Jerónimo de Yuste, tuvimos un paisaje y unas carreteras divertidas y entretenidas por los paisajes.



Desde el monasterio tomamos hacia Garganta la Olla por una carretera estrecha desde donde disfrutamos de unas vistas impresionantes debido a su altura, y que nos llevó a uno de esos lugares que merecen una parada algo más grande de la que hicimos nosotros. Nos referimos a las Piscinas Naturales "Las Pilatillas"(https://conlamochila.com/visita-las-piscinas-naturales-garganta-la-olla-ninos/) .



Las Piscinas Naturales Las Pilatillas,  son unas pozas donde abundan las oquedades naturales redondeadas que se han formado por la erosión fluvial. Se trata de una zona de baño perfecta para ir con la familia o para disfrutar de la tranquilidad y de la belleza de la zona. Todo este entorno se encuentra en la "Garganta Mayor" que está formada por tres charcos naturales: Piletillas de arriba, Charco Calderón y Piletillas de Abajo. Otra cosa que nos llamó la atención es que junto a una de las zonas de baño se encuentra un chiringuito para poder tomar algo.



La verdad que un bañito si que habría apetecido, pero decidimos continuar el viaje para poder llegar a buena hora al destino y poder visitar algo más tranquilamente. Pero como se dice en el mundillo de los que viajan, "No importa el destino, sino el camino". Y es cierto, durante el camino vamos viendo cosas como lo anterior y pueblos con ese encanto que las ciudades han ido perdiendo con el tiempo.


Y por fin nos adentramos en el Valle del Jerte, declarado bien de interés cultural desde 1973. Todo el mundo recomienda venir a esta zona en la época de floración del cerezo, pero las vacaciones son cuando son y tuvimos que conformarnos de disfrutar del magnifico paisaje tal y como se encuentra en estas fechas. Así podremos comparar cuando volvamos en otra ocasión.



Llegó la hora de hacer otra parada en el camino para descansar un poco las posaderas y para repostar el cuerpo. Nos paramos en la localidad de Piornal, concretamente en el Restaurante "Tormantos" (https://www.turismovalledeljerte.com/empresas-turisticas/donde-comer/restaurante-tormantos) que recibe a sus comensales con el traje típico de las fiestas de "Jarramplas" (
https://www.piornal.es/jarramplas/). Aprovechamos para tomar el menú del día que nos ofrecieron en el local. Lo mejor siempre el postre. Jejeje.



Tras la comida, Morfeo intentaba hacer de las suyas pero el aire que entraba en el casco con la pantalla levantada ponía la balanza a nuestro favor. Cruzamos de un lado del valle al otro dejando la N-110 en medio. Nuestro recorrido nos lleva hasta El Mirador de la Memoria (https://www.esculturaurbanaaragon.com.es/extremadura15.htm) desde donde hay unas magnificas vistas del Embalse de Plasencia y del otro lado del Valle del Jerte.



Una breve parada en el mirador y continuamos nuestro recorrido por la CV-51 hasta enlazar con la CC-102 y hasta llegar a la localidad de Hervás. La primera parte del camino la realizamos por una carretera estrecha y en no muy buen estado, pero la última parte transcurría entre diversos tipos de arboledas.



En Hervás dimos alguna que otra vuelta, por culpa nuevamente de nuestro amigo OSMAND, el cual no quería que llegáramos al destino.
Así que tuvimos que recurrir a GoogleMaps para llegar al alojamiento elegido para esa noche. 

Y por fin llegamos al Complejo Turístico "El Solitario" (http://www.elsolitario.com/index.php), lugar donde íbamos a pasar esa noche. La verdad que la sorpresa fue mayúscula al enterarnos que nos pasaban de una habitación de albergue a una de apartamento.




Y lo mejor estaba aún por descubrirse. Dimos una vuelta por el recinto para chafardear un poco y descubrimos que el lugar merece mucho la pena de ir a visitar. Tienen sus cabañitas, su piscina y hasta su propia granja de animales.




Y tras nuestra incursión por el recinto, que mejor que disfrutar de la tranquilidad del lugar junto a una cerveza y un refresco. (Ya se que para algunos un refresco no tiene el mismo glamour que una cerveza o un vino, pero que le vamos a hacer, uno es así de rarito. Jajaja).


Pero la guinda del pastel vino en la cena cuando preguntamos al camarero por los platos y nos recomendó un Chuletón de Ternera y algo de la huerta. Ambos criados por ellos. Y señores, tenemos que reconocer que la elección fue muy acertada. Así que ya sabéis, tenéis que venir aquí aunque sea para degustar los platos elaborados por ellos.



Así que después del postre, nos dirigimos a la piltra para descansar ya que nos quedaba aún mucho viaje por delante.

Día 7 de septiembre, nos levantamos temprano para poder disfrutar de la ruta que nos llevaría hasta la León. Hay que reconocer que el paisaje a esas horas es diferente del que se suele ver a media mañana.


Nada más salir de Baños de Montemayor abandonamos Extremadura para adentrarnos en una de las autonomías más grandes de España, Castilla y León. Más concretamente, en la provincia de Salamanca. En este tramo disfrutamos de una carretera casi sin tráfico, por las horas que eran y de algún que otro nombre curioso de negocio.

Pero al llegar a la localidad de Las Mesetas nos adentramos en Francia... Que nooo, nos adentramos en el Parque Natural de las Batuecas - Sierra de Francia. Recomendado al 100 % para ir en moto, ya que las vistas y las carreteras son impresionantes. Hay una zona de curvas muy interesante para las motos que recuerda a alguna zona de los Alpes.




A parte de los paisajes y la carretera, las edificaciones que hay en la zona también acompañan a la estampa.


Dejamos atrás la Sierra de Francia y la diversión de curvas se convirtió en rectas largas y paisajes algo más agrícolas.



Y zona de ganadería que nos brindó las siguientes estampas.


La tónica del viaje era ver el efecto de la escasez de lluvias en los embalses, ríos y pantanos. Esto tenía su parte buena como iremos viendo durante el viaje, y es que afloraban puentes, carreteras y edificaciones que antaño quedaron ocultos por el nivel de agua.



Tras dejar atrás el Embalse de Almendra nos encontramos con el Río Duero que nos regaló una de las tomas más bonitas del viaje. Además cruzamos por el Puente de Requejo (https://es.wikipedia.org/wiki/Puente_de_Requejo), situado en la provincia de Zamora.



Continuamos en busca de León pasando por una de las colas del Embalse de Ricobayo, circulando por carreteras cuaternarias que te llevan a visitar poblaciones donde sólo van los autóctonos y los familiares para disfrutar del verano, pero con esa belleza de la España profunda que no se puede ver en otras localidades.





Como anteriormente os hemos contado, no por falta de curvas uno deja de disfrutar un viaje en moto. Hay que reconocer que esta zona de Zamora con sus rectas tienen también su encanto. 



Pero algo que nos llamó la atención fueron unas edificaciones de madera junto a la carretera. Tras un poco de "San Google" descubrimos que se trata del Campamento Romano de Petavonium, donde se encuentras los yacimientos arqueológicos de Zamora. Según leímos, se trata de un recinto militar con una extensión de 17 hectáreas con un destacamento de 5.000 legionarios de la LegioX Gemina, la cual permaneció en el lugar desde el año 19 a.C. hasta el 63 d.C.


Saltamos de la era Romana a la era Hobbit, jejeje. Al pasar por la localidad de Fuente Encalada nos encontramos con fachadas de una especies de casas metidas en la tierra. La verdad que llama la atención, pero en "San Google" pudimos ver que no se tratan de casas sino que estábamos pasando delante de las famosas Bodegas Subterráneas de Zamora (https://repositorio.uam.es/bitstream/handle/10486/8084/44194_25.pdf?sequence=1). 


De aquí hasta León quisimos hacer una breve parada en La Bañeza, localidad famosa en el mundillo motero por su Gran Premio de Velocidad Ciudad de La Bañeza, que suele celebrarse a mediados de agosto. La Bañeza se trata de uno de los pocos circuitos urbanos de motociclismo que existe en el mundo, parecido al Turist Trophy de la Isla de Man. Pero tras dar varias vueltas por sus calles sin poder acceder en moto al centro, decidimos continuar hasta León e ir buscando un sitio para repostar a KaTY.

Antes de llegar a León decidimos parar a comer algo y nos encontramos con el Mesón El Negro, donde aprovechamos para pedir el menú del día. Y la verdad que fue un acierto. El único problema, es que nos quedamos fuera para comer y evitar hacerlo en el interior del local (ya sabéis con esto del Covid mejor evitar ciertas cosas), y se nos sentaron unos trabajadores a nuestro lado para fumarse el cigarrillo de después de la comida. Bueno hubo uno que entraría algo más feliz a trabajar, ya que su cigarrillo iba aliñado.


Desde el mesón al hotel elegido en León quedaba nada, con lo cual pegamos el último tirón para llegar a nuestro destino y pegarnos una buena ducha, cambiarnos a una ropa algo más cómoda y aprovechar la tarde para visitar León.

El Hotel Riosol (https://www.eurostarshotels.com/hotel-riosol.html?referer_code=GMB) es una muy buena opción para ir a visitar León ya que las habitaciones están muy bien, tiene parking y lo más importante para nosotros, es que está cerca del centro histórico de León, de modo que puedes ir andando. Ahh, y para los que no tienen medios con los que ir, está situado al lado de la Estación de Trenes.


Bueno, empecemos nuestro paseo por León. Lo primero que hicimos fue cruzar el Río Bernesga llegando a la Plaza Guzman el Bueno, el nombre de esta plaza me trae gratos recuerdos de mi época de militar, ya que en el acuartelamiento militar en Cerro Muriano (Córdoba) se encontraba la Brigada "Guzman El Bueno X".



Desde la Plaza Guzman El Bueno empieza la Avenida Ordoño II, avenida peatonal con tiendas a ambos lados de la misma, que llega hasta la Plaza Santo Dominto con su fuente homónima. En este tramo coincidimos con un coche de carreras que me recuerda uno de Los Autos Locos y con la escultura de la Vieja Negrilla.




Al respecto de la Vieja Negrilla (https://www.esculturaurbanaaragon.com.es/castillaleon6.htm), deciros que tras un poco de "San Google" sacamos que se trata de una alegoría a los olmos gigantes que hay en Villahibiera de Rueda, a los que se les llama negrillas. De hecho el brazo apoyado en el suelo con los dedos hacia arriba simbolizan los últimos brotes de los árboles.

Siguiendo nuestra incursión por León llegamos a la parte trasera del Museo Botines Casa Gaudi (https://www.casabotines.es/) y del Palacio de los Guzmanes (https://www.dipuleon.es/), donde se encuentra situada la Diputación de León. Posteriormente dando vueltas aparecimos por la parte delantera de estos edificios.



Desde la Plaza del Cid y su parque continuamos en busca de unos de los edificios más emblemáticos de León, su catedral. 


LLegamos a la Plaza de Regla donde se encuentra como reclamo turístico principal la Catedral de León (https://www.catedraldeleon.org/), pero los edificios que la forman también tienen su belleza. Además os encontraréis con las letras que indican que estás en León. Te encontrarás con una escultura del Homenaje a los Constructores de Catedrales (http://cosinasdeleon.com/homenaje-a-los-constructores-de-catedrales/), una de las curiosidades que hemos leído sobre esta escultura son los huecos de palma de manos que hay en ella. Al pasar el Camino de Santiago por la plaza, los peregrinos y visitantes de León han tomado como tradición compostelana el colocar sus manos en los huecos mientras rezan, piden algún deseo o solamente para hacerse la foto.



La fachada de entrada al Hospital de Nuestra Señora de Regla (https://www.hmhospitales.com/sobre-hm/nuestros-hospitales/hospital-regla-leonnos llamó la atención, ya que solemos estar acostumbrados a hospitales modernistas, pero éste mantiene la arquitectura de la zona. Desde aquí pasamos a la Avenida de los Cubos que da a la parte trasera de la Catedral.


De la Avenida de los Cubos fuimos rodeando las murallas de León hasta llegar al Arco de la Cárcel (
https://caminoon.com/arco-de-la-carcel/), una de las cuatro entradas de la antigua ciudad de León.


Desde la Plaza Puerta Castillo nos dirigimos hasta la Plaza de Santo Martino donde nos encontramos con una estatua de Alfonso IX, Rey de León, y el Museo de San Isidoro (https://www.museosanisidorodeleon.com/), situado en la Real Colegiata de mismo nombre.



De plaza a plaza llegamos a la Plaza de San Isidoro, donde nos encontramos con la fachada de la Basílica de San Isidoro y la otra puerta del museo.


Tras volver a pasar por la Plaza del Cid, nos dirigimos a visitar el otro atractivo de León, apareciendo por la Plaza de San Marcelo donde se encontraba la Diputación de León, el Ayuntamiento de León, la Iglesia de San Marcelo y los bustos de Doña Urraca I y Don Alfonso V, ambos reyes de León en distintas épocas. 
Parte de la historia de Doña Urraca nos sonaba de haber visto la serie El Cid, no muy buena, pero que enseña algo de la historia de España.
Además de ambos bustos también nos encontramos con un león saliendo de una alcantarilla y el regalo que le iba a llevar a mi suegra, pero que prefirió que volviera con Chus en vez de llevarle el regalo.




Nuestro paseo nos llevó hasta el Barrio Húmedo (https://www.sehacecaminoalandar.com/ruta-mejores-tapas-de-leon-barrio-humedo-romantico/), zona de tapas y copas de León y que está ubicado en el casco antiguo de León. Recorrimos sus calles, la Plaza Mayor, la Plaza del Grano, vimos la Iglesia de Nuestra Señora del Mercado entre otras edificaciones curiosas de la zona. Fue en la Plaza del Grano donde nos paramos a tomar algo en el Bar "La Santa Sed", donde nos atendió un amable camarero de esos que dan alegría encontrarte en la hostelería y que deberían cuidar por parte de los propietarios de bares y restaurantes.





Callejeando volvimos por el centro de León en busca de una tienda para comprar una pila para la llave de KaTY, ya que empezaba a dar problemas. De repente empezó a chispear, con lo cual cambiamos los planes y decidimos entrar a un Lupa para comprar algo de cenar y regresar al hotel antes de mojarnos más de lo debido. Así terminamos el segundo día de viaje.

Día 8 de septiembre, tras mirar el tiempo en "San Google" nos esperaba un día algo mojado o por lo menos eso es lo que auguraban los grandes gurús del tiempo.
Nuevamente nos la jugó nuestro amigo OSMAND, pero no teníamos muchas ganas de pelearnos con él, ya que el tiempo jugaba en nuestra contra y teníamos una ruta larga y ademas, unos amigos esperándonos en Oviedo. De modo que teníamos que haber tomado la CL-623 para enlazar posteriormente con la CL-626, pero nuestro amigo decidió que usáramos la A-66, pues el paseito por la autopista de 20 kilómetros nos costó 5.25 €. Pero estas cosas también forman parte del viaje, así que disfrutamos del poco paisaje que se podía ver.



Abandonamos la tediosa autopista tras pagar el peaje para tomar la CL-626 y empezar a disfrutar las carreteras de moto como dios manda. La pena fue pillar aún niebla con lo cual el paisaje de los alrededores del Embalse de Los Barrios de Luna tenía deslucida las vistas. Aunque al pasar por debajo de la A-66, el aspecto fantasmal del Puente Ingeniero Carlos Fernández Casado le daba ese encanto diferente a un día normal.





Poco a poco nos íbamos acercando a Asturias y al Parque Nacional de Somiedo, pero León nos brindaría paisajes nada envidiables a lo que nos encontraríamos algo más tarde. Eso si, las nubes nos acompañaron durante todo el recorrido.


Y llegamos por fin a Tierras Asturianas donde íbamos a pasar el día completo, sobre todo dando vueltas a Somiedo. Se nota que estábamos en el norte por empezar a encontrarnos las vacas (o vaques, con lenguaje intrusivo o bable) sueltas por la carretera. Así que cuando veáis excrementos en la carretera, os aconsejamos que soltéis un poco de gas y estad preparados para encontraros alguna de nuestras amigas por la carretera o en los alrededores.



Hicimos parada en el Hostal Parador Peñavera, en Pola de Somiedo, para desayunar  antes de adentrarnos más. Es cierto que somos de Andalucía y cuando se pide una tostada te ponen una rebanada de pan de verdad, pero hoy al pedir una tostada nos dieron las sobras del pan del medio día. Muy mal por parte de los dueños. Si no tienen pan deberían habernos dicho que no tenían y hubiésemos pedido otra cosa. Aquí os dejo la foto, porque una imagen vale más que mil palabras. Eso si, el café y el vaso de leche eran tamaño XL.


Tras nuestro desayuno y con el problema de la llave de KaTY, la cual dejó de funcionar y teníamos que andar haciendo acrobacias para encenderla, decidimos continuar nuestra ruta, adentrándonos cada vez más en el Parque Nacional de Somiedo. De nuestro anterior viaje a Asturias, recordábamos las carreteras que fluyen al río entre paredes inmensas de piedra y vegetación.



La nota de curiosidad la ponían los carteles que nos encontrábamos junto a la carretera avisando del peligro de osos y que a Chus tanto le gustaban, ya que decía que podíamos ver algún oso. Pero creo que lo mejor es no encontrárselos ya que sería una situación algo embarazosa el huir de un oso con KaTY cargada hasta arriba y con nosotros encima. No creo que el pobre Gato Piji nos pudiera defender mucho. Jajaja.


Dejémonos de osos y continuemos que nos liamos. Jajaja. Bueno nuestra intención era cruzar desde la AS-227 a la As-228 por varios sitios diferentes y disfrutar de esas carreteras que normalmente se suelen evitar por su mal estado o por no tener interés turístico, pero os recomiendo que probéis saliros de lo convencional.

Circulando por la DS-1 llegamos al Alto de Farrapona a 1708 metros de altura, desde donde hay unas vistas impresionantes y donde nos encontramos con un grupo de moteros franceses que estaban haciendo fotos en el punto. La cosa es que la ruta continuaba recta y los franceses nos dijeron que se trataba de un camino de tierra de unos 4 kilómetros aprox. Pues yendo con KaTY es cierto que nos aventuramos algo más a experimentar caminos anchos transitables, con lo cual ni cortos ni perezosos seguimos el recorrido marcado en el OSMAND.



Después de nuestra pequeña incursión por "lo marrón", como dice mi amigo Antonio Hidalgo, el resto del camino estaba asfaltado o más o menos. Pero como hemos dicho antes, disfrutamos de carreteras donde sólo te cruzas a los autóctonos que te miran con cara de asombro o recelo por ver a alguien desconocido.






En más de una ocasión cruzaríamos a través de pequeñas localidades donde el computo de casas se podía hacer en muchas ocasiones con las dos manos y a veces sobraban dedos, pero, con el encanto típico del norte de España. Y no iba a faltar el típico Hórreo del norte que se usa para guardar el alimento lejos de la humedad y de los animales. 




Y como buena zona rural también veríamos los animales sueltos por el camino.



Tras varias idas y venidas regresamos a la AS-228 para tomar dirección a Oviedo. Aprovechamos para comer algo, ya que por la hora no nos daba tiempo llegar al hotel y quedar con nuestros amigos en Oviedo. Tengo que deciros que en el norte se come muy bien.



Con amenaza de lluvias en Oviedo nos dirigimos al hotel para darnos una ducha rápida e ir en busca de nuestros amigos que nos estaban esperando. Seguramente habrá más hoteles que estén mejor situados o más cerca del centro de la ciudad, pero nosotros buscamos uno que estuviera cerca de la casa de nuestros amigos, con lo cual el hotel elegido fué el Hotel Castro Real (https://www.hotelcastroreal.com/) y que merece la pena por las habitaciones, además de tener parking privado.


Llegó uno de los momentos más deseados del viaje, el encontrarnos con unos muy buenos amigos y además poder conocer a la nueva miembro del grupo que era Martina. Tengo que reconocer que echamos una tarde para recordar durante mucho tiempo. Nos volvimos a reencontrar con amigos de Pamplona a los cuales ví muy bien. Desde aquí les mando un abrazo fuerte Marta, Txema, Martina y a Pando. Al quinto miembro del día, Benito, le daré las gracias mañana.


Tras un par de chaparrones, regresamos al hotel para realizar junto a Benito una ruta hacia su tierra, Cantabria. 

Día 9 de septiembre, aprovechamos para desayunar en la Cafetería La Vega (https://www.facebook.com/Cafeteria-La-Vega-806879069347765/) mientras esperamos a Benito con su nueva moto tuneada con una pegatina de "Hakuna Matata"


Hoy la ruta fué organizada por Benito, así que le dimos un descanso a nuestro amigo OSMAND, que supongo que también lo agradecería. Y sobre todo, no hay mejor cosa que ir con un autóctono que se conoce mejor las carreteras y los sitios a visitar. 

Salimos de Oviedo por la A-64 hasta en lazar con la N-634, donde empezaría la ruta en si, ya que íbamos buscando el Río Sella.



Como habréis visto en las fotos anteriores, el gris en el cielo fue la tónica de parte del día. De todos modos nosotros no nos amedrentamos y continuamos nuestra ruta sin hacer caso al tiempo.
Cuando llegamos al comienzo de la N-625, tomamos dirección a Cangas de Onís siguiendo el cauce del Río Sella, río que nace en los Picos de Europa lugar hacia donde nos dirigíamos. A su vez el Río Sella es famoso por la gran prueba piragüistica que se celebra cada año el primer sábado de agosto entre los puentes de Arriondas y Ribadesella. 



Al llegar a Cangas de Onís y ver su Puente Romano, nos invadieron recuerdos de nuestro viaje a Asturias en el 2011 con nuestra anterior moto, la bandit.


Nuestra idea inicial era haber parado en Cangas de Onís e ir posteriormente a visitar Covadonga, pero para ser las fechas que eran, había gente por todos lados. Por eso no nos paramos, ya que hacerlo sería perder mucho rato y como ya lo conocíamos decidimos continuar la ruta.
Circular por la N-625 tiene ese encanto de las carreteras asturianas que todo el mundo viene a visitar. Así que disfrutamos del paseo pasando de Asturias a la Comunidad de Castilla y León hasta llegar al Embalse de Riaño, eso si, haciendo las paradas oportunas para alguna fotillo al paisaje.





Los primeros contactos con el embalse presagiaban lo visto durante todo el recorrido, la falta de agua en los embalses y pantanos. De hecho os vamos a dejar una foto que realizamos en el 2011.



Fotos Archivo 2011

Dejamos atrás Riaño con su Columpio más grande de España (https://www.menudoesleon.com/el-columpio-gigante-de-riano/), que quedará pendiente para la próxima vez que subamos hacia el norte. Bueno lo dicho, continuamos por la N-621 carretera que nos lleva hacia Cantabria y conocida por su famoso Puerto de San Glorio y por el Mirador del Corzo. Pero a parte de estos dos puntos, la carretera no deja de sacarte un "Ohhh" de la boca.








Con esta foto ya tenemos a los dos Corzos que hay en Cantabria el del Puerto de San Glorio y el del Puerto de Palombera. Os dejo aquí la foto del otro corzo.


Por fin en el lado cántabro, continuamos  por la N-621 hasta legar a Potes (
https://www.picoseuropa.net/liebana/), una de las localidades más visitadas en Cantabria por su belleza y por estar de paso para ir hasta Fuente Dé (https://www.picoseuropa.net/liebana/fuentede.php), donde se encuentra el famoso teleférico. Durante todo el recorrido fuimos disfrutando de las maravillosas vistas que nos brindaban los Picos de Europa (https://parquenacionalpicoseuropa.es/).





A partir de Potes la vía transcurre junto al Río Deva entre esas paredes inmensas que le dan un encanto especial. Aprovechamos para hacer una parada en la localidad de La Hermida para comer algo. Benito nos llevó a "Casa Paquin" (https://www.facebook.com/Restaurante-Paquin-430299547051286/) donde degustamos de los siguientes platos.




La Hermida, a parte de tener muy buenos locales para comer, es famosa por su balneario y por unas Pozas Termales (https://www.chapuzones.com/piscinas/pozas-termales-del-rio-devaque hay en la zona.

Bueno, continuando con el viaje, tomamos en dirección a Puentenansa cruzando el río Deva y adentrándonos por la CA-282. Carretera que nos brindaría vistas impresionantes de la zona. 






En Puentenansa aparecieron los primeros carteles que indicaban el lugar al que nos iba a llevar Benito. Pero como era una sorpresa pues os digo que nos llevó por la CA-181 hasta la localidad de Celis, y desde allí nos metió por un camino asfaltado hasta nuestro próximo destino.


Las vistas que hay desde este lugar son impresionantes y Benito nos comentó que verlo todo nevado es un espectáculo para la vista.



Pues el lugar se trata de La  Cueva El Soplao, de la cual os hablaremos más adelante, ya que volvimos a venir con nuestra próxima anfitriona.


Seguimos disfrutando del día con los últimos kilómetros en moto con una breve parada el hotel Casona del Nansa (://www.casonadelnansa.es/), donde disfrutamos de su terraza chill out con un refresco y una buena charla para ponernos un poco al día. 


Así que dejando atrás el hotel junto al río Nansa para seguir hasta la casa de nuestro amigo donde íbamos a pernoctar antes de continuar hacia Santander. Además conocimos al padre de Benito al cual le damos las gracias por su amabilidad.

Una ducha rápida y fuimos en coche a San Vicente de la Barquera para visitar la tierra de Bustamante, jejeje. Pero todo el agua que no habíamos pillado aún durante el viaje, la pillamos allí. Y eso que el padre de Benito nos dijo que cogiéramos otro paraguas. Pero somos intrépidos y decidimos coger dos paraguas pequeños del coche y como resultado nos pusimos chorreando.




Con tanta lluvia al final decidimos comprar algo y cenar en casa de Benito, así que de camino a su casa paramos en el Bar Tucan, donde compramos unas fajitas. Pero mientras esperábamos a que nos sirvieran aprovechamos para tomar algo en el Bar Riomar, desde donde vimos salir un arco-iris que presagiaba el tiempo que íbamos a tener los días siguientes.


Sentados en la cocina degustando nuestros manjares, jejeje, tras una de esas charlas donde se cuentan muchas historias terminamos el día y nos fuimos a la cama.


Día 10 de septiembre, nos levantamos con unas vistas por la ventana que no tienen precio y que indicaban que iba a ser un buen día.


Salimos tranquilamente en busca de nuestro nuevo destino cruzando el Río Nansa para hacer una paradita en la Cafetería Royal III (La Casa Azul) (https://www.corbatasroyal.com/7/la-casa-azul) y probar las palmeras de chocolate que tienen mucha fama, aunque el producto estrella son las corbatas.


Con un buen café y unas palmeritas, el día se vé de otra manera, con lo cual continuamos nuestro viaje pasando por San Vicente de la Barquera que se despedía de nosotros con sus barquitas.


Desde este punto cogimos las carreteras que van bordeando la costa y desde donde se tienen unas vistas del Cantábrico que no tienen precio.




Y tras pasarnos la casa de nuestra próxima anfitriona y tener que llamarla para llegar a nuestro destino, por fin y tras varios años sin verse las amigas volvieron a darse un abrazo.


Envidia sana nos daba nuestra amiga Reyes cuando nos enseñó lo que había al lado de su casa y que independientemente de la época del año se podría disfrutar, tanto para darse un buen baño como para ir a relajarse un rato y desconectar del mundo.



Mientras las amigas se ponían un poco al día, un servidor junto a KaTY fuimos a visitar a una de esas casas donde hay otras como ella, si un concesionario de BMW para ver qué demonios pasaba con la llave KeyLess. Ya os conté que en León compramos unas pilas para el mando y que no le hicieron ni cosquillas, así que pensé que podría ser otra cosa. Pues llegué al concesionario BMW GrünBlauMotor (https://grunblaumotor.concesionariobmw.es/) y me atendió un amable trabajador, cuyo nombre no recuerdo, al cual agradezco su profesionalidad y su amabilidad de trato. Tras probar con una pila pudimos comprobar que el mando de KaTY es algo sibarita a la hora de las pilas o que la pila que me vendieron estaba en mal estado. Así que mucho mejor que el fallo fuera sólo la pila.

El regreso lo hice por la Autovía, pero la ida al concesionario la hice por la CA-232 y la N-611 y que recomiendo hacer si no se lleva prisa. Dicho recorrido lo haríamos todos los días para ir a desayunar.

Ya de regreso, aparqué a KaTY en el parking de la casa de Reyes y la dejamos descansar unos días. Desde este momento nos movimos en coche para visitar las cosas que nos tenía preparadas Reyes.

Empezamos el periplo Reyes, vamos a llamarlo así, conociendo a la sobrina de esta y comiendo en la Taberna La prensa (https://tabernalaprensa.com/) lugar que recomiendo por lo curioso de su decoración. Desde aquí le mandamos un saludo con mucho flow a Saioa (Soyara, para mi, jejeje).

Después de comer nos dirigimos al lugar que tenía preparado Reyes como sorpresa para empezar a abrir boca. Las vistas del lugar la visteis el día anterior, pero tengo que decir, que si andáis por Santander tenéis que ir a visitar la Cueva El Soplao (https://www.elsoplao.es/es/). Nosotros hicimos la visita turística sencilla donde nos quedamos boquiabiertos con los techos de la cueva y con las explicaciones que nos dió nuestro guía. Pero por lo visto hay otra visita algo más aventurera, con trajes y cascos, y que tiene una muy buena pinta, pero hay que estar algo más ágil para ella.




Tras salir de la cueva con una sonrisa en la boca, nuestra amiga nos llevó a visitar una de las cosas más típicas de la zona, los atardeceres. Aunque llegamos un poco tarde y lo único que pudimos hacer fue llevarnos un par de descargas de las alambradas para que las vacas no salgan de su zona y hacernos amigos de un perro que por lo visto se dedica hacer amigos sin el consentimiento del dueño.


Con el mal sabor de boca de no haber podido disfrutar de un atardecer como dios manda, no hay mejor manera de combatirlo que comiendo una hamburguesa de Vaca Tudanca en La Taberna del Buddha (https://latabernadelbuddha.es/) 
y una buena charla entre amigos.



Día 11 de septiembre, sábado y sin saber de lo que nos iba a venir encima, jejeje. Reyes nos llevó a desayunar a la Panadería El Pilar (https://panaderiaelpilar.es/). Lugar que repetiríamos todos los días por su pan.


Tras tomar fuerzas con un buen desayuno, Reyes nos llevó a Santoña conocida mundialmente por sus anchoas y que encima estaba en fiestas. Pues la sorpresa del día era ir a visitar el Faro del Caballo andando y desde el mismo faro coger unos kayaks para regresar a Santoña por mar. Pero, no sabemos el motivo ni queremos saberlo, la recogida con los kayaks no era posible con lo cual hicimos todo el recorrido por el mar. No tenemos imágenes de las tres horas de kayaks porque los que nos alquilaron los mismos nos metieron el miedo en el cuerpo. Pero la experiencia nos encantó y volveremos a subirnos a uno de estos aparatejos. De hecho cuando volvamos a visitar a Reyes haremos la ruta original.

Ya de vuelta en el paseo marítimo oliendo a chaleco salvavidas "Pitufao o bayeta sucia de tasca", como dice mi cuñado, nos dimos una ducha rápida en las duchas de la playa y nos echamos un poco de colonia antes de volver a ponernos la ropa.

Por la hora que era dimos una pequeña vuelta por Santoña para hacer las típicas "retratauras" de la zona. Empezamos con Monumento al Almirante Luis Carrero Blanco, continuando con las letras de Santoña para ir acercándonos al Monumento de La Virgen del Puerto, que además eran las fiestas que se celebraban.



Disfrutando de las vistas que había desde la Virgen del Puerto, conocimos a un muchacho de Euskadi cuya pareja es de Cádiz y los cuales tienen un canal de viajes llamado De Euskadiz al mundo (https://www.youtube.com/channel/UC7oCyJvlURpWuXDgK0yLr4Q). Mientras yo charlaba con él, Chus y Reyes continuaron investigando la zona y dieron con el Fuerte de San Carlos, considerado el fuerte más antiguo de los que hay en Santoña ya que data de principios de siglo XVII. Las vistas desde el mismo son impresionantes a parte de la conservación del mismo.





De vuelta aprovechamos para hacernos algunas fotos con la Playa de Santoña y Laredo de fondo, disfrutando del buen día que nos estaba haciendo.


Nos adentramos en la calle Santander donde había un ambientazo con charangas y gente por todos lados abarrotando los locales de la zona. De modo que comer algo era misión casi imposible. Tras encontrar un sitio y comernos unas rabas, unas croquetas y unas patatas bravas, pero muy bravas, fuimos en busca del helado del día. Pero como no conocíamos el lugar aprovechamos y compramos el helado en una franquicia llamada REGMA, viendo que al lado había otras dos heladerías algo más caseras. Pero es lo que había. 
Continuamos nuestro paseo por Santoña descubriendo la arquitectura de los edificios y la decoración de algunas paredes con un guiño al pasado.









Ya sólo nos quedaba por conocer la zona del puerto donde hay un mirador situado en el Centro de Interpretación de las Marismas de Santoña (https://farodelcaballo.es/centro-de-interpretacion-marismas-de-santona/) cuya forma de barco llama la atención. 



Nos despedimos de Santoña con sus barcas amarradas y las marismas que dan ese aspecto marinero a la zona y un encanto de naturaleza, paz y tranquilidad.



Tras haber pasado un buen momento remando en los kayaks, de haber disfrutado un poco de las fiestas de Santoña y de haber conocido otro lugar precioso de esta España que tenemos, Reyes nos llevó a disfrutar de eso que no pudimos hacer el día anterior y que no era otra cosa que ir a ver un Atardecer en Liencres. Al llegar al lugar nos encontramos con un parking abarrotado de coches, autocaravanas y furgonetas camperizadas de diferentes sitios. Pues anduvimos por los caminos para coger un buen sitio y poder disfrutar de ese atardecer que no defraudó para nada. El entorno y el esperar hasta que el astro sol desaparece por el horizonte no tienen precio.







Día 12 de septiembre, comenzamos el día desayunando en la Panadería El Pilar y comprar algo de pan para comer en el lugar donde nos iba a llevar Reyes.
Tras recoger a Oscar, natural de Santoña pero con corazón malagueño, nos dirigimos a Asón donde se encuentra la Cascada del Río Asón (https://viajeros30.com/2015/05/05/nacimiento-del-rio-ason-busca-cascada-perfecta-cantabria/). Así que hoy nos tocaba calzarnos las zapatillas de senderismo, ponernos la mochila en la espalda con unos bocatas y algo para beber. La ruta de un nivel asequible se trataba de seguir las indicaciones amarillas y blancas. Quitando una parte algo más difícil por las piedras se puede realizan con niños.



La primera parte del recorrido trascurre por un sendero para luego adentrarse entre la arboleda, donde intenté vivir en el tronco de un árbol como mi tocayo David el Gnomo.





Tras un recorrido entre la naturaleza buscando la siguiente señal de senderismo que indicaba la ruta, llegamos a la cascada, la cual se encontraba algo mermada de agua a causa de las escasas lluvias. Pero por el entorno merece la pena el paseo. Además comerte un bocadillo y estar con unos amigos disfrutando del momento en un lugar así no tiene precio. "Hay cosas que el dinero no puede comprar"como decía el anuncio de la mastercard. 


Deshicimos el camino andado hasta llegar al coche para ir al Mirador de la Cascada del Río Asón (https://postureocantabro.com/miradores-en-cantabria-que-no-te-puedes-perder/#8_Mirador_del_Collado_del_Ason) donde nos hicimos la foto de rigor. 


Lo siguiente en el planning era la visita del Mirador de la Gandara (https://viajes.chavetas.es/guia/cantabria/mirador-de-las-cascadas-del-rio-gandara/) desde donde supuestamente se ven las cascadas del Río Gandara, pero no lo vimos en su máximo esplendor, así que habrá que volver.



Después de tantos miradores, paseos y el bocata que nos habíamos comido, apetecía el postre. Así que Reyes nos llevó a Liérganes para darnos un paseo por sus calles disfrutando de la arquitectura de sus edificios y saboreando un helado y unas palmeras de chocolate en la Pastelería Rego (https://pasteleriarego.com/). Después aprovechamos y nos tomamos algo para beber en la terraza del Hotel El Cantábrico (https://hotelelcantabrico.es.tl/).



A parte de todo lo anterior, Liérganes es famosa por la historia del Hombre Pez (https://www.aytolierganes.com/historia-del-hombre-pez/). Una amable mujer, perteneciente al ayuntamiento de Liérganes, nos contó la historia de Francisco de la Vega Casar o el Hombre Pez. Primero nos contó la mitología en la cual Francisco salió a nadar al río y desapareció. Años mas tarde unos pescadores que faenaban en la bahía de Cádiz vieron a una criatura con apariencia humana que desapareció al acercarse estos. Días más tarde lo atraparon en las redes y al subirlo a la cubierta vieron que era un joven de pelo rojizo y con una hilera de escamas tanto por delante como por detrás. Tras varios días intentando hablar con él sin obtener palabra alguna, de repente dijo una palabra "Liérganes". Un cántabro residente en Cádiz dijo que en Cantabria había una localidad con dicho nombre, con lo cual Francisco regresó hasta su localidad natal junto a su madre y sus hermanos. Y desde ese día Francisco vivió tranquilo junto al Río Miera, sin ropa ni calzado, sin hablar con nadie y sólo diciendo "Tabaco", "Pan" y "Vino". 
Tras esta historia, ella misma nos dijo que detrás de cada fábula hay una historia verdadera y es que supuestamente el Hombre Pez tenía una enfermedad cutánea que tenía apariencia de escamas y que el motivo de estar todo el día junto al río bañándose y sin ropa era porque el agua le aliviaba la picazón o los dolores.
¿Cual de las dos versiones es la verdadera? Ahhh... Nunca se sabrá. 




Llegó el momento de despedirnos de Oscar y desearle todo lo mejor en sus futuros proyectos. Tras este momento de despedida nos dirigimos a visitar el Puente Viejo de Oruña (https://es.wikipedia.org/wiki/Puente_Viejo_de_Oru%C3%B1a), el cual veíamos cada vez que íbamos a desayunar cuando circulábamos por la N-611. 



Aún teníamos tiempo de hacer una última visita antes de volver a casa y cenar algo tranquilamente después de una merecida ducha. Reyes nos llevó a visitar la Playa de los Caballos (https://furgoneteate.com/playa-de-los-caballos-comarca-de-santander-cantabria/) una de esas playas que hay que visitar en la costa cántabra.


Día 13 de septiembre, llegó nuestro último día en Cantabria antes de emprender el viaje de vuelta. Nos quedaba por visitar la capital cántabra y por fin llegó el día. Aprovechando que Chus y Reyes se hacían un tatuaje en común yo me fui a visitar parte de la capital.
Lo primero que me encontré fue con el edificio del Colegio María Auxiliadora antes de llegar al Funicular que te baja a la calle Río de la Pila y donde también os encontraréis con una cinta transportadora de personas. Os resultará algo curioso encontraros en plana ciudad un teleférico y una cinta transportadora,pero Santander es una de esas ciudades que está situada en una colina, de modo que la mayoría de sus calles están en pendiente.



Callejeando llegué a la Iglesia del Sagrado Corazón (https://descubresantander.es/lugares-de-culto-en-santander/iglesia-sagrado-corazon/), a la cual no pude entrar porque estaba cerrada por la hora. Seguí paseando y disfrutando de una ciudad muy limpia pero con muchas cuestas, jejeje. Mi siguiente punto fue llegar a la Plaza de Velarde, más conocida como Plaza Porticada, donde se celebran de todo tipo de eventos, desde conciertos hasta exposiciones. En uno de los accesos a la plaza os encontraréis con la Estatua de Pedro de Velarde conocido por participar en el levantamiento del 2 de Mayo durante la Guerra de Independencia española.


Crucé el Paseo de Pereda llegando a la Plaza Alfonso XIII o Plaza de las Farolas, donde me encontré con el edificio de Correos (1918 - estilo regionalista montañes) y con el Banco de España (1924 - estilo renacentista ). Ambos edificios se salvaron del incendio que se produjo en 1941 en Santander (https://es.wikipedia.org/wiki/Incendio_de_Santander_de_1941). Al fondo de la plaza me encontré con el Monumento al Incendio de Santander y su Reconstrucción (
https://www.esculturaurbanaaragon.com.es/cantabria26.htm)



Continué mi paseo por la calle Calderón De La Barca y descubrí una Cruz con una fecha significativa para la ciudad, el 3 de Noviembre de 1893 (https://es.wikipedia.org/wiki/Cabo_Machichaco_(vapor)), día en el que explotó la carga del barco llamada Cabo Machichaco.


Poco a poco y callejeando, llegué a la Catedral de Nuestra Señora de Asunción de Santander (http://www.diocesisdesantander.com/catedral-2/).  No llegué a entrar en su interior pero si pude ver el claustro. Además aproveché para hacer una foto desde la plaza de Asunción.




Aún Chus y Reyes no habían terminado, con lo cual me dirigí al Jardín de Pereda, el cual comenzó llamándose Jardines del Muelle en 1905,pero que cambió al nombre actual en 1911 cuando colocaron el monumento a José María de Pereda. En dicho monumento se puede observar en su parte más alta la figura del escritor, y a su alrededor se observan escenas relacionadas con cinco de sus novelas: "Sotileza", "Peñas Arriba", "El Sabor de la Tierruca", "La Leva" y "La Puchera".


Esperando sentado en uno de los múltiple bancos que hay en la zona, pude observar la actividad que transcurre en el parque en un día normal; gente paseando, animales corriendo por sus jardines, los operarios de un tiovivo preparándolo para la llegada de esos niños y adultos que se irán a montar. Y todo ello con el ruido de fondo de los barcos al navegar por la Bahía de Santander.


Pero lo más curioso es que junto a esta estampa que os acabo de narrar, os encontraréis el Centro Botín, un espacio dedicado al arte y al desarrollo creativo, pero que para mi gusto rompe la estética del entorno. Lo único bueno es que desde el mismo se podrá disfrutar de las mejores vistas de la bahía y de la ciudad.


Como podréis observar en la foto, mis acompañantes llegaron y decidimos dar una vuelta en busca de un sitio para comer. En esta ocasión nos sentamos en bar La Tasca (https://www.facebook.com/La-Tasca-168243766584003), donde comimos en su terraza.


Continuamos nuestro paseo y llegamos a una heladería llamada Enjoy It! (http://www.tuenjoy.com/) donde nos atendió una amable muchacha y que nos recomendó que probáramos algunos de los sabores que tenían y que estaban muy conseguidos.
Tras el helado cruzamos hacia la Escuela Técnica Superior de Náutica, junto a esta se encuentra el Dique de Gamazo y la Duna de Zaera. El primero usado para la reparación y mantenimiento de barcos grandes, y la segunda es una zona para pasar el rato tranquilamente disfrutando de la Bahía de Santander.



De regreso en busca del coche vinimos paseando por el Paseo Marítimo de Santander, encontrándonos con Los Raqueros (https://www.cantabriarural.com/monumentos/monumento-a-los-raqueros.html) monumento tributo a esos niños pobres o marginales que sobrevivían a base de pequeños hurtos o de conseguir monedas que los pasajeros y tripulantes de barcos arrojaban al mar. Los raqueros se lanzaban al mar para bucear y conseguir sus pequeños premios. Dicen que la palabra raquero proviene de la castellanización de la palabra inglesa wrecker (ladrón de barco, saqueador de naufragios).


Llegamos la Plaza del Ayuntamiento, construido donde antes se encontraba el Convento de San Francisco y donde se celebran numerosas actividades. Además nos encontramos con una de las curiosidades de la ciudad, un parking de Bicis cerrado.


Ya con el coche nos dirigimos a visitar el Palacio de la Magdalena (https://palaciomagdalena.com/historia). Se trata de uno de los edificios más emblemáticos de Santander, aunque el entorno también acompaña a la majestuosidad del edificio.
Aparcamos junto al monumento de José del Río Saínz, poeta, periodista y marinero de la zona.
Desde allí anduvimos por la zona recreativa de la Magdalena que se encontraba junto a la Playa de los Bikinis y desde donde se puede ver la Isla de la Torre.


Continuamos paseando por la península de la Magdalena donde se puede disfrutar de unos jardines inmensos y con unas vistas del Faro de la Cerda, sobre el acantilado donde anteriormente se situaba la Batería de Santa Cruz de la Cerda usada para proteger la ciudad de Santander de los enemigos en 1639. Además del faro, hay unas vistas impresionantes de la Isla de Mouro, la cual tiene una fauna y flora única en la zona. Además fue un punto estratégico en la Guerra de la Independencia de España cuando los ingleses aliados de los españoles ayudaron a recuperar la península de la Magdalena ocupada por los franceses, lo que permitió el desembarco de las tropas españolas en El Sardinero.




Durante nuestro recorrido nos encontramos numerosas esculturas aprovechando los elementos del entorno y otros que no lo son. Además nos encontramos con un símbolo de los 80's, una Orbea Furia 2.



Por fin llegamos a la parte más alta de la Península de la Magdalena donde se encuentra el Palacio de la Magdalena con una gran belleza.


Subimos por el lado derecho del parque y bajamos por el lado que te lleva al parque marino, por llamarlo de alguna manera ya que habían dos leones marinos aburridos dando vueltas en un pequeño recinto, una triste foca por encontrarse sola y unos pequeños pingüinos más agobiados que Rosalía comiendo pipas, por tanto turista haciéndoles fotos. No hicimos fotos porque realmente nos sentimos algo culpables por tener así a estos pobres animales para nuestro entretenimiento.

Junto al parque marino, nos encontramos con el Museo El Hombre y la Mar, en reconocimiento al marino Vital Alsar, donde os encontraréis con los Tres Galeones utilizados en su travesía por el Océano Atlántico, junto a la Balsa de Madera con la que cruzó el Océano Pacífico en 1970. Además en el lugar había una Burbuja de Salvamento (que parecía a una capsula espacial de Dragon Ball, para los frikis).






Una de las curiosidades es ver la Copia del Mascarón de Prona de la Marigalante (o Santa María), navío donde viajó Colón en su primer viaje a América


Después de nuestro paseito por la Península de la Magdalena, Reyes nos llevó engañados a ver la Playa Mataleñas, cuyo acceso se realiza usando unas escaleras y que tiene un semáforo que indica el aforo de la misma. El entorno merece la pena. 


De regreso al coche aprovechamos para hacernos la foto que certifica que estuvimos en Santander.


Aún nos quedaba por visitar uno de los puntos más turísticos de la ciudad, el Faro Cabo Mayor, inaugurado en 1839. El faro en si tiene su propio encanto, pero si uno se aleja un poco del mismo hacia el Mirador del Cabo Mayor podrá obtener una de las instantáneas más bellas del día, además de disfrutar de la costa santanderina.






En el lugar os encontraréis con el Monumento a los Caidos en el cual se puede observar a una persona aferrándose a la cruz para no caer al acantilado. Dicha obra se inauguró en 1941 como recordatorio de una de esas acciones a recordar de la Guerra Civil Española donde se lanzaron a numerosas personas por el acantilado por no compartir las ideologías. 


Quitando ese pequeño punto negro en la historia, en los acantilados hoy en día encontraremos viada de todo tipo. Es más, es el lugar de encuentro de una de las aves más típica de las zonas de costa. 



Después de un día de andurreos por Santander, nos tocaba un pequeño descanso disfrutando de la tranquilidad de la zona sentados en el Café-Bar El Faro (https://www.facebook.com/elfarocabomayor/).


Para terminar el día Reyes intentó llevarnos a cenar a un sitio, pero éste se encontraba cerrado, con lo cual tuvo que tirar de plan B y nos fuimos hasta Torrelavega donde encontramos abierta la Cafetería Babel (https://babel-cafe.negocio.site/). Disfrutamos de unos bocadillos riquísimos y de la amabilidad de la dueña del local, sitio recomendado aunque esté algo escondida.

Día 14 de septiembre. Llegó el día "R", el día del regreso a Córdoba y la pena se notaba hasta en el tiempo. Nos levantamos con un día nublado con amenazas de lluvias. Tras despedirse las amigas nos montamos en KaTY y tomamos rumbo hacia el Sur. Viendo como estaba el tiempo y que teníamos que llegar a Lerma donde nos esperaban unos muy buenos amigos, decidimos tomar un tramo de la A-67 para desviarnos posteriormente en busca del Embalse del Ebro.




El chubasquero iba a ser la tónica del día. Aunque tengo que decir que lluvia sólo pillamos al final del viaje.


El motivo de venir al Embalse del Ebro es porque anteriormente había visto una torre que estaba en el interior de éste. Se trata de la Torre de Villanueva (http://www.cantabriarural.com/conjuntos-historicos/iglesia-de-villanueva-de-las-rozas.html), así que dicho y hecho, nos plantamos allí en busca de la torre.




Continuamos bordeando el embalse en busca de nuestro siguiente destino o punto de interés. Durante nuestro recorrido pasamos por varias localidades disfrutando de esas cosas que a nosotros nos llaman la atención.



Tras recorrer una de esas carreteras que tanto se disfrutan yendo en moto aun estando en tan mal estado, llegamos a nuestra siguiente parada.



Dicen que es uno de los pueblos más bonitos de Burgos y hay que reconocer que algo de razón llevan los que dicen eso, ya que no sólo el pueblo es bonito, sino que también el paisaje que le rodea. Así que recomiendo la visita al 100 %.




En Burgos nos dió la bienvenida un lagarto algo grande que tuvo que asustar a nuestro amigo OSMAND, porque nos hizo dar unas vueltas por la ciudad que para nosotros quedan. Y eso que teníamos prisa en llegar a Lerma, pero se ve que a él no le importaba mucho.


Tuvimos que pedirle ayuda a "San Google Maps" para llegar a Lerma donde nos esperaban Arantxa, Jorge y Lucas, el amigo del Gato Piji, a los que llevábamos tiempo sin ver. Aunque normalmente se dice "Lo bueno si breve, dos veces bueno", en este caso nos quedamos con esa espinita clavada de haber podido pasar más rato con ellos pero no podíamos quedarnos más. Así que queda pendiente volver a vernos.


Llegó la hora de la despedida y continuar con el viaje, de modo que nos volvemos a montar en KaTY para seguir atravesando Castilla y León y disfrutando de las carreteras y de los pueblos que atravesábamos. Por ejemplo en Peñafiel dejamos a un lado su castillo, que queda anotado en esa libreta de futuribles visitas.



Aunque hacía kilómetros que nos habíamos enfundado los monos de agua, íbamos librando de la lluvia o eso creíamos, ya que a cosa de 10 kilómetros del destino empezó a llover tan fuerte que pensábamos que se afearía el recorrido. Pero poco antes de llegar dejó de llover lo cual agradecimos sobre todo para bajar las maletas de la moto.


Y por fin llegamos al destino. En esta ocasión nos alojamos en  Casa De La Paca (http://www.casadelapaca.com/), una casa rural donde dormimos en una habitación con baño privado. Allí coincidimos con unos peregrinos que estaban haciendo el Camino de Santiago y que estaban haciendo el viaje por etapas. Una ducha rápida y fuimos a disfrutar un poco del lugar. Coca es una localidad famosa en el mundo de las motos por su Castillo aunque descubrimos alguna que otra cosa más.





Pero como he dicho antes, lo más llamativo del pueblo es el Castillo de Coca (http://www.castillodecoca.com/). Fue Don Alonso de Fonseca, sobrino del Arzobispo de Sevilla Alonso de Fonseca quien pidió a Alí Caro la construcción del mismo. Se trata de una fortificación de planta cuadrangular y patio de estilo mudéjar, flanqueada por la Torre del Homenaje.



Una vez visto el castillo decidimos tomar algo y resguardarnos del fresco que hacía y de la llovizna. De modo que hicimos algo de tiempo antes de comprar algo para cenar en la habitación y descansar del viaje.


Día 14 de septiembre. "The last day" o para los no angloparlantes, se acabó todo lo que se daba.  Salimos de Coca mirando al cielo y viendo que el tiempo nos iba a dar una pequeña tregua por la mañana.



Poco a poco iban pasando los kilómetros y las nubes iban apareciendo y ocultando el cielo azul. Hasta pasar Ávila todo iba más o menos bien.





Pero fue enlazar con la N-502 que une Ávila con Talavera de la Reina pasando por la Sierra de Gredos y la cosa se puso muy negra. Todo el agua que durante el viaje habíamos evitado nos cayó en estos pocos kilómetros. De hecho nos dió mucha pena no poder disfrutar del tramo de Gredos por las maravillosas vistas y porque en muchas de sus partes la vía corta la Antigua Calzada Romana (https://www.casasgredos.com/noticias/calzada.html). Pero a pesar del agua que nos había caído encima, pudimos ver alguna partes que han sufrido la devastadora presencia del ser humano.


Por culpa de la manta de agua que sufrimos, no hay fotos del recorrido. Al llegar a la altura de la localidad Herrera del Duque y habiendo escampado decidimos parar a tomar algo antes de que la cosa se volviera a poner fea. Buscando y preguntando llegamos hasta la Plaza de España donde nos sentamos en el Bar Antonio Calle. Un lugar algo atípico para el entorno, pero que le da ese toque de modernidad que muchas veces falta en localidades así de perdidas en el mapa.



Aprovechando que el tiempo nos daba una tregua, continuamos por la N-502 una de esas carreteras que merece la pena circular en moto, ya que se trata de una carretera muy bien asfaltada, con curvas rápidas, con una zona como la de la Sierra de Gredos y con unos paisajes que van cambiando debido a que transcurre por cuatro comunidades autónomas.
En uno de los extremos de dicha vía tenemos Ávila y en el otro extremo nos encontramos en la provincia de Córdoba, de modo que hasta llegar a casa sólo quedaban algunos kilómetros y con ello el final del viaje.

Vislumbrando Córdoba capital, Chus y yo veníamos diciendo que el viaje se nos había hecho muy corto y que no veníamos cansados de viajar en moto. Supongo que también pueden influir los días que estuvimos haciendo otras actividades mientras que KaTY se quedó descansando en el garaje de Reyes.

Una vez en casa tocó descargar las maletas y las fotos para hacer la criba. Y lo más importante, pensar la ruta para la próxima salida.

Por norma suelo darle las gracias a Chus por las fotografías que hace y por aguantarme, pero después de 2400 kilómetros sufriendo calor, frío y agua doy gracias de que le guste viajar en moto tanto como a mi.


Os deseo todo lo mejor hasta el próximo viaje y espero que os cuidéis mucho. De modo que os mando un abrazo fuerte para todo el mundo.

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