EL GATO PIJI EN ALEMANIA (XII)

Día 12.- Essen.

Nos asombramos al ver el sol por la ventana. Así que después de un rápido desayuno, nos lazamos todo valientes a la calle para disfrutar del centro de Essen. 

Visitamos la catedral y el resto de plazas y monumentos que íbamos viendo a nuestro paso. De hecho había una estatua en la plaza junto a la catedral que nos dejó algo contrariados, ya que se pueden sacar dos interpretaciones opuestas viéndola. Así que cada uno saque su propia conclusión.

(*)

 * (Espero que me dejéis algún comentario de lo que significaría para vosotros).

Llegamos al punto de información donde nos dijeron de visitar el "Denkmalpafd Zollverein" (https://www.zollverein.de/erleben/denkmalpfad/), considerado Patrimonio Mundial de la UNESCO. Pero habíamos quedado con mi prima Jessica, la parte de la familia que faltaba por visitar, y además teníamos que ir a por KaTY, ir al lugar y realizar la visita, la cual llevaría algunas horas.

Así que pensamos que lo íbamos a dejar para otra ocasión. Ya que nunca se sabe lo que nos puede reservar el futuro.

Había que buscar una alternativa. Nosotros elegimos seguir visitando el centro de Essen disfrutando de sus edificios y demás esculturas. Además, la cabra siempre tira para el monte, así que no faltaba la foto con la Polizei. Jejeje.

El callejeo por Essen y sus calles comerciales nos llevaron hasta el centro comercial "Limbecker" (https://www.limbecker-platz.de/) y donde hicimos las compras de los regalitos de Javier y Lucía, que están esperando a su tita, no por verla sino por los regalitos. Y lo sabes "Tita Machú". Y lo más importante, ya que días anteriores nos quedamos con las ganas de entrar en la Fan-Shop del Schalke04.

De repente empezamos a ver a gente con paraguas y chubasqueros, así que nos asomamos a la puerta de la entrada, y sí, lluvia y aire. ¿Pero esto de dónde ha salido? "Mother mine" la que nos esperaba si la cosa seguía así para regresar al hotel, y sin paraguas ni chubasquero. Jajaja. Menos mal que estábamos en un centro comercial.

Con el tiempo así, decidimos comer en el centro comercial y hacer tiempo hasta que llegara mi tía Fina con mi prima Jessica, Moritz y Diego. Un abrazo muy fuerte para todos y respecto a los dos nuevos miembros de la familia, no hay palabras para describirlos, aunque sean del Borussia Dortmund. Jejeje. Echamos un buen rato tomando café, poniendonos al día y hablando de fútbol.

*(Bueno, nuevos para nosotros, que aún no habíamos tenido el placer de conocerlos).

Al terminar, Lorenzo había vuelto a lucir fuerte en el cielo y nos acompañó hasta el hotel, cosa que siempre se agradece. Sobre todo los que venimos del sur de España.