VACACIONES EN EL MAR DE PAPAMIAUUPOLUS
Salida de Córdoba hacía Madrid para pasar unos días antes de tomar el vuelo hacia Atenas (Grecia).
En Madrid aprovechamos para visitar a esos amigos que no podemos ver por encontrarnos tan lejos los unos de los otros.
Y yo conocí al novio "capillita" de Noe. Si KIKE, eres tú, lo siento mucho pero si hubieses planchado la camiseta, el del bolso de LOUIS VUITTON te hubiese elegido a tí. JAJAJAJA.
Y la foto de Ernesto y Eva no la hicimos porque la camara la tenía Chus y se dedicó a marujear a los viandantes de la Plaza Vázquez de Mella. La próxima vez nos la hacemos.
Vuelo hacia Atenas.
Nos levantamos tranquilamente y repasamos las
maletas por última vez. Nos metimos en
el Metro en dirección a la T4 rumbo a Atenas.
Una vez en el aeropuerto, para no variar nos
marearon más que a un borracho en la cazuela loca de la feria. De un lado para
otro, hasta que por fin pudios facturar las maletas. Y nos tocó esperar hasta
la salida.
Supimos que la llegada fue en el aeropuerto
correcto porque mirábamos los carteles y no entendíamos nada, sólo se leían
símbolos raros.
Nos montamos en un autocar que nos llevó al
puerto donde nos esperaba el maravilloso barco. Durante el camino nos
encontramos con curiosidades como el “Carrefour Griego” y otras tiendas más
como el Media Markt y el Macro. Jejeje.
y una piscina que parecía una bañera grande, aunque en la
foto parezca más grande.
Día en Atenas.
Nos levantamos temprano y nos fuimos a
desayunar, para tomar energías. Muy valientes nos dirigimos a la salida del
puerto para tomar un taxi que nos llevara a la zona turística, pero con el
miedo de no saber cómo nos iba a salir la cosa. En la misma puerta esperando a
alguna pareja más para compartir taxi, nos encontramos con una, que venían de
Australia y no veas nuestra experiencia hablando inglés con el conductor y
nuestros compañeros de excursión
El taxista nos cobró 50 € por pareja, pero si
en vez de tomarlo en el mismo puerto lo tomais fuera de éste, los encontrareis algo
más económicos. Esto último nos enteramos dos días después hablando con una
señora, la cual nos contó que a ellos (4 personas) les costó sólo 60€. Pero para saber hay que comprarse un libro. Jejeje.
Bueno nuestro taxista, de cuyo nombre no es
que no quiera acordarme, sino que no me acuerdo jejeje, nos llevó hasta la Acrópolis
y nos esperó pacientemente en el parking.
Una vez en la cola, la cual duró 30 min hasta
que pudimos sacar la entrada para visitar varios monumentos ( 12 € ), por fin pudimos entrar a ver la Acrópolis. La verdad que hay que reconocer
que estos Griegos se lo montaron muy bien, todo de mármol y más cosas. Lo único
que no me gustó es que había muchos andamios y que casi todo está caído.
Pero lo que sí que mereció la pena fue la fuente que había ya que hacía una calor horrible (42 ºC)
Pero lo que sí que mereció la pena fue la fuente que había ya que hacía una calor horrible (42 ºC)
A continuación nos dirigimos al Templo de Zeus, donde duramos 15 min, jejeje. La verdad es que no hay mucho que ver.
Tras nuestra mini parada, el taxista nos llevó
a visitar el cambio de guardia del Palacio Real. Donde los guardias estaban
inmóviles, haciéndose fotos con todo el que pasaba.
Una vez visto el relevo de la guardia, frente al Palacio Real se encuentra el parque más grande de toda Atenas, y bajando la calle uno se encuentra con el estadio Olímpico, donde se realizan las Olimpiadas Clásicas. No me preguntéis en qué consisten porque no tengo ni idea, así que a preguntar a San Google. Jejeje.
El Taxista, antes de llevarnos al barrio de
Plaka, nos enseño el Parlamento Griego y la Universidad Griega. Donde, según
nos dijo, los alumnos cursan los seis primeros meses y los seis últimos de la
carrera, hasta que les dan los diplomas.
A continuación nos llevó a un sitio, desde
donde se veía toda Atenas y el Acropolis. La verdad que es una pasada de
ciudad. Es inmensa.
Tras las vistas panorámicas, visitamos el barrio de Plaka. Que se trata de un barrio de calles comerciales, donde uno puede encontrar regalos para toda la familia.
Una vez de vuelta al barco, como teníamos un poco de tiempo, fuimos a visitar una iglesia ortodoxa.
Por la tarde nos dieron las clases de “en caso de hundimiento”… que es lo que no debemos hacer.
Día en Rodas.
Atracamos en el puerto de Rodas y nos pegamos
una caminatilla, con la fresca, hasta el centro de la ciudad.
Durante el camino nos encontramos las
bicicletas ecológicas y un paisaje de playa que invitaba a quedarse en ella en
vez de ir a pasar calor.
Accedimos a la ciudad por una de las siete
puertas que hay en la muralla que rodea a ésta. Entrando en una ciudad de
estilo medieval.
Callejeamos entre esas casas de piedras, con
los escudos en las fachadas y disfrutando del ambiente de tranquilidad, y sobre
todo porque aun no habían llegado el resto los turistas de los demás cruceros.
Jejeje.
Para tomar un café típico de Grecia (Frapa)
hay una infinidad de cafeterías y bares en la zona. Uno que nos llamó la
atención y sobre todo a Chus fue el siguiente, que se encontraba metido en una
calleja.
Visitamos el Palacion del Gran Maestre, no porque nos gusten los castillos, sino porque buscábamos una sombra fresca para descansar de el calor. Pero hay que reconocer que es muy bonito sobre todo los mosaicos romanos que se encontraban en lada una de las habitaciones.
Lo que ni nos llamó la atención son las reseñas religiosas que se podían ver en la exposición que se encontraba en una parte del castillo.
Continuamos nuestra visita turística por la ciudad y miraras a donde miraras se podían ver restos de murallas, edificios de piedra medio caídos junto a otros muy bien cuidados o restaurados.
Tras la visita al interior de la muralla nos dirigimos a la parte externa a buscar un sitio para tomar algo fresquito y poder probar el famoso Frape, pero de camino nos encontramos con una entrada que nos introducía al foso que hay entre la muralla exterior y la de la ciudad. Y hay que reconocer que está muy bien cuidado.
Y de vuelta al Barco pudimos comprobar que lo
de el calor no era una exageración andaluza, porque el alquitrán estaba
derretido y para muestra un botón.
Hasta que llegamos a la iglesia ortodoxa del lugar, donde mucha gente se dedicó a pedir deseos con las velas al santo del lugar.
Pasamos por el puente de Rialto tanto en vaporeto como posteriormente andando.
Una vez llegado a nuestro destido, la Plaza de San Marco, como todos los presentes aprovechamos para hacerlos las fotografías de rigor. Con la Torre, el Palacio Ducal... Pero no entramos ya que el tiempo no apremiaba mucho y las colas eran inmensas.
Una vez visitada la Plaza de San Marco, nos adentramos a conocer Venecia por sus callejuelas. Andamos por esos puentes y para mi fué la mejor parte de la visita.
Pudimos disfrutar de esos escaparates llenos de mascaras, de cosas curiosas, de ropa de diseño, etc...
Y para despedirnos de Venecia acabamos de nuevo en el canal principal, antes de coger de nuevo el super tren de vuelta al puerto para recoger las maletas e ir al aeropuerto.
Una de las curiosidades que nos encontramos en Venecia fué ver un calendario de Curas, si como leeis, había visto el de los bomberos, el de los policias, el de las viejecillas, pero uno de curas. Seguro que Sor Citroen tiene uno en su celda. Jejeje
Y no quiero despedirme de Venecia sin comentar lo ummmm...... como están los helados. Si hay que probarlos. Me faltó probar la pasta, pero eso será en otro viaje.
Pues si, al fin llegó ese momento que nadie quiere que llegue y que hace que esas caras tristes se conviertan en caras feas y llena de arrugas... La vuelta a casa.
Pero toda cara triste vuelve a estar feliz al recordar todos los buenos ratos echados y sobre todo al recordar a la buena gente que hemos conocido durante el viaje. Un saludo a todos ellos estén en la parte que sea de España.
Bueno este gato se despide hasta la próxima, que será en moto. Un saludo a todo el mundo.
Día en Mikonos
Llegamos a Mikonos, la famosa isla por ser la
Ibiza griega y por tener un lugar llamado “la pequeña Venecia”.
Para llegar a la ciudad nos montamos en una
embarcación pequeña, ya que el barco no podía acceder al pequeño puerto.
Lo primero que uno puede ver es un pequeño
puerto con unas aguas claras y casas cercanas al agua.
Y como no iba a ser menos, había pequeñas
ermitas cada 200 metros.
Lo que más puede gustar de Mikonos son esas
calles estrechas encaladas de blanco y con los marcos de las puertas y ventanas
azules. Pero, jejeje, siempre hay un pero. Las cuestas. Todo en
este pueblo está en cuesta jejeje.
En Mikonos también es muy típico los molinos.
Y dicen que hay un pelícano de mascota, pero
nosotros no lo pudimos ver. Pero por lo contrario nos encontramos con una
pecera llena de bichitos que cocidos tendrían que estar para chuparse los dedos
y lo mejor de todo, la tienda de nuestro amigo (el del cubo de Louis Vuitton)
jejeje.
Como dijimos al principio, junto a los famosos
molinos, desde donde se puede observar el famoso atardecer de Mikonos, se puede
ver la pequeña Venecia. Que consta de unos balcones metidos en el mar y con
bares que tienen las mini terrazas pegadas al mar.
Pero Mikonos no sólo es famosa por todo lo
anterior, sino que también por sus playas y por sus zonas de fiestas. Las zonas
con más renombre son las Playas de Paradise y Super Paradise. Donde
supuestamente se mueve el ambiente de fiesta, pero nosotros tomamos un autobús
hasta la playa de Ornos. Que para mi gusto es muy bonita y donde se está muy
tranquilo. Ya que es un ambiente familiar y no tan de discoteca y de gente
joven.
Y por fin encontramos la moto de Chus, pero no
nos dio tiempo de cazar a la dueña para comprársela jejeje.
Y a la vuelta del Mikonos, cuando regresamos
al camarote nos encontramos que habían traído un amigo para el Gato Piji.
Día en Santorini
Buenos días, nos levantamos y nos preparamos
para desembarcar en la Isla de Santorini. De nuevo nos llevan en una pequeña
barca hasta donde se encuentran los teleféricos. La verdad que recomendamos
subir en ellos, porque el camino de las escaleras por donde van los burros es
un poco peculiar y ya os lo contaremos más adelante, ya que bajamos por él.
La verdad que el viaje en el teleférico es
como en otro cualquiera, todo el mundo diciendo, y si se cae, y si se rompe el
cable, ¿qué es ese ruido? Jejeje, las cosas de los seres humanos. Pero hay unas
vistas maravillosas de los barcos y del puerto.
Una vez arriba accedes a la calle de las
tiendas, anda que no saben nada estos griegos. Todos los souvenirs y los bares
se encuentran concentrados en tres calles. Pero nosotros nos dirigimos a
culturizarnos con la arquitectura del lugar.
Primero visitamos la parte católica de la
isla, con su catedral y su iglesia. La verdad que las
vistas que se tienen desde el lugar son muy bonitas.
Por fin vimos el truco para que los
ciclomotores puedan subir esas cuestas de infarto y el motivo
por el cual las mujeres en la isla estaban tan contentas.
Continuamos callejeando por la zona viendo
como se encuentran situadas las casas en el lugar,
con sus vistas y sus cafeterías pegadas al acantilado.
Hasta que llegamos a la iglesia ortodoxa del lugar, donde mucha gente se dedicó a pedir deseos con las velas al santo del lugar.
Pero como en todo lugar siempre hay
curiosidades y lugares bonitos como las casas blancas y azules, cajas para
cigarros o los amigos del Gato Piji.
Y por fin llegó la vuelta al pequeño puerto para regresar al barco y la tan ansiada bajada por las escaleras. Jejeje, no os recomendamos la experiencia a no ser que queráis subir montados en burro. ¡Qué olores, que suelo lleno de …. jejeje! Había momentos en el que bajaban los burros en plan manada de toros de San Fermin. Pero que no os engañen que se tarda a un paso normal y parando para esquivar a los burros unos 20 minutos.
Y las vistas de Santorini desde el barco, como dice el anuncio de la Master-Card, no tiene precio.
Y por fin llegó la vuelta al pequeño puerto para regresar al barco y la tan ansiada bajada por las escaleras. Jejeje, no os recomendamos la experiencia a no ser que queráis subir montados en burro. ¡Qué olores, que suelo lleno de …. jejeje! Había momentos en el que bajaban los burros en plan manada de toros de San Fermin. Pero que no os engañen que se tarda a un paso normal y parando para esquivar a los burros unos 20 minutos.
Y las vistas de Santorini desde el barco, como dice el anuncio de la Master-Card, no tiene precio.
Y por la noche fiesta de disfraces, así que
los que hagáis un crucero contad que en la maleta tenéis que llevar ¡también!
un disfraz, a no ser que hagáis como nosotros que nos fuimos al taller de las
manualidades del barco y nos fabricamos nuestro disfraz de Gato y Gata con
Botas. Bueno eso es de lo que pensábamos que íbamos disfrazados jajaja.
A diferencia del resto de los lugares que hemos visitado de Grecia, como Mikonos o Santorini, Corfú se distingue por sus edificios y sus calles estrechas.
Día en Corfú
Hoy nos hemos levantado más tarde ya que
llegábamos a Corfú a las 13:00. Después de desayunar nos tomamos una mañana de
relax. Fuimos a una clase de pollo al curry, de decoración con toallas y
aprovechamos para leer un poco.
Cuando nos dirigimos al camarote para coger
las cosas nos encontramos otro amiguito del Gato Piji.
Una vez en tierra recorrimos la ciudad de
Corfú por sus callejuelas. En Corfú hay dos fortalezas, la moderna y la
antigua. La moderna se encuentra cerca de la parada del Bus que nos trajo del
puerto.
Nos fuimos en busca de la parada del autobús
que nos llevaba al palacio de Sisi la emperatriz, pero al final no lo cogimos
por el tiempo, ya que a las 17:00 teníamos que estar de regreso en el barco.
Entonces decidimos de adentrarnos en la zona de las tiendas en busca de la
fortificación antigua. Para ello tuvimos que preguntar a la policía del lugar
A diferencia del resto de los lugares que hemos visitado de Grecia, como Mikonos o Santorini, Corfú se distingue por sus edificios y sus calles estrechas.
En la zona de la fortificación antigua uno puede tumbarse en el césped del parque que hay o disfrutar de las vistas
al mar que hay alrededor.
Una vez en el interior se puede observar que
la cosa no está tan cuidada como debería ser y que hay edificios en el
interior que desentonan con el entorno de la fortaleza. También os recomendamos
que subáis hasta el faro ya que hay unas vistas de Corfú impresionantes y que
no toméis nada en el bar del lugar ya que puede repercutir seriamente en el
bolsillo, y fuera de la fortaleza el precio es más moderado.
De vuelta a la plaza para tomar el autobús de
vuelta al barco, volvimos a adentrarnos por la zona de tiendas con sus regalos
y sus maniquíes curiosos, e hicimos un alto en el camino para tomarnos unas
granizadas en uno de los bares de las calles de Corfú.
Y por la noche tuvimos otra fiesta más. La
“Noche de Blanco”, si es que hay que llevarse más ropa que el baúl de la Piqué.
Los camareros ofrecieron un espectáculo muy bonito paseando entre las mesas
haciendo una conga, con algunos de ellos llevando una tarta en la cabeza (pero
sin agarrarla con las manos) y se despidieron de nosotros echando un baile con
los comensales. Y después para bajar la comida nos dirijimos a la zona de la
piscina para echar unos bailes o hacer como que sabíamos bailar.
Día en Dubrovnik
Nos levantamos después de la noche blanca, con
mucho sueño, y al bajar del barco nos encontramos con una ciudad muy bonita. Con
las casas de piedra y los tejados rojos. Un entorno paisajistico muy bonito y
que merece la pena visitar.
Tras tomar un taxi que nos acercó a la zona
amurallada de la ciudad, nos adentramos en la zona turistica y nos dimos cuenta
de la belleza del lugar y de lo limpio que estaba todo. Y lo que más nos llamó
la atención eran las calles que salían de la principal. Unas callejuelas con
escaleras que echaban para atrás hasta al más valeroso de los montañeros. No
dejabamos de acordarnos de esas pobres señoras mayores, las cuales irían
cargadas con la compra y que al llegar a casa se adordasen de que han olvidado algo.
Jejeje.
Las iglesias del lugar y los monumentos más
simbólicos están a la vista sin tener que salirse de la calle principal de
Dubrovnik.
Tras pasear por el interior de la
muralla, al final de la calle principal, hay una salida al puerto con unas
vistas preciosas y desde donde se pueden coger embarcaciones que rodean la
muralla por el mar y te enseñan otra panorámica de Dubrovnik.
Tras echar un vistazo al puerto continuamos por el interior de la
muralla visitando más edificios y rincones curiosos.
Si uno está atento al reloj, podrá observar a
esos dos muñecos golpeando la campana para dar los usos horarios.
Paseando por las calles más alejadas de la vía
principal pudimos coincidir con un amigo del Gato Piji y
encontrar esas cosas que sólo se ven saliendose de la ruta de los guias.Como son esos polletes para las macetas, a la fuente de
la mujer PiPi y esas pistas de Baloncesto un poco raras. O el punto de donde se puede hacer otro tipo de visita de la
ciudad.
Y las calas de aguas cristalinas para refrescarse del clima de la zona. Pero siempre hay que realizar las visitas con buena compañía.
Y las calas de aguas cristalinas para refrescarse del clima de la zona. Pero siempre hay que realizar las visitas con buena compañía.
Ya de vuelta al Barco, para estirar un poco
las articulaciones de tanta visita, algunos practicaron un poco de baile.
Día en Venecia
Una de las paradas más bonitas de todas. La
arquitectura de los edificios y esos canales llenos de barquitas, gondolas y
sucedaneos. Es digno de ver. Yo recomiendo, si hay tiempo, de tomar el vaporeto
hasta la plaza de San Marco y desde allí recorrer las callejuelas y los puentes
de Venecia hasta la zona de partida, que en nuestro caso era la Plaza de Roma.
Desde el puerto a la plaza de Roma (zona donde
se coje el vaporeto) tomamos un tren de alta velocidad, jejeje, que duró… pues
la verdad que un poco más y no nos da ni tiempo de hacernos la foto.
Una vez en la Plaza de Roma nos montamos en el
vaporeto, para algunos la primera vez y tatetos de nosotros creiamos que el embarcadero
era ya el vaporeto. Jajaja. La experiencia de navegar por el canal principal de
Venecia es una cosa que no hay que perderse, ya que se ven los edificios y el
estilo de vida de Venecia.
Una vez llegado a nuestro destido, la Plaza de San Marco, como todos los presentes aprovechamos para hacerlos las fotografías de rigor. Con la Torre, el Palacio Ducal... Pero no entramos ya que el tiempo no apremiaba mucho y las colas eran inmensas.
Una vez visitada la Plaza de San Marco, nos adentramos a conocer Venecia por sus callejuelas. Andamos por esos puentes y para mi fué la mejor parte de la visita.
Pudimos disfrutar de esos escaparates llenos de mascaras, de cosas curiosas, de ropa de diseño, etc...
Y para despedirnos de Venecia acabamos de nuevo en el canal principal, antes de coger de nuevo el super tren de vuelta al puerto para recoger las maletas e ir al aeropuerto.
Una de las curiosidades que nos encontramos en Venecia fué ver un calendario de Curas, si como leeis, había visto el de los bomberos, el de los policias, el de las viejecillas, pero uno de curas. Seguro que Sor Citroen tiene uno en su celda. Jejeje
Y no quiero despedirme de Venecia sin comentar lo ummmm...... como están los helados. Si hay que probarlos. Me faltó probar la pasta, pero eso será en otro viaje.
Pues si, al fin llegó ese momento que nadie quiere que llegue y que hace que esas caras tristes se conviertan en caras feas y llena de arrugas... La vuelta a casa.
Pero toda cara triste vuelve a estar feliz al recordar todos los buenos ratos echados y sobre todo al recordar a la buena gente que hemos conocido durante el viaje. Un saludo a todos ellos estén en la parte que sea de España.
Bueno este gato se despide hasta la próxima, que será en moto. Un saludo a todo el mundo.
Que guay! Nos a gustado mucho haber sido protagonistas del comienzo de vuestro maravilloso viaje.Estoy deseand de ver el resto del viaje.Un besazo amigos.
ResponderEliminarFaltaría más que no fuerais los protas del blog. Así que bienvenidos y n fuerte abrazo a los dos.
EliminarFaltaría más que no fuerais los protas del blog. Así que bienvenidos y n fuerte abrazo a los dos.
EliminarQue bonito reportaje, estais guapisimos y se ve que aunque rodeados de muchas piedras os lo pasasteis genial, jajaja!!! Lo mejor de todo es la aventura y el valor que le echais. Me encanto vuestro viaje! Un besazo parejita y a ti piji, jijiji!!!
ResponderEliminarBueno pues ahora os toca a vosotros a contarnos vuestra aventura en Ibiza. Un abrazo a los dos.
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