CANTABRIA INFINITA
"Vacaciones Santillana, Vacaciones Santillana, Vacaciones Santillana". Jejeje Tú y yo sabemos que lo has cantado, se ve que tienes ya una edad para empezar a cuidarte.
Pues sí, después de un 2020 encerrados y la mayor parte del 2021 también, por fin podemos disfrutar de unas vacaciones medio dignas. Y la verdad que han venido muy bien. ¿Por qué viajar en Septiembre?, pues porque no hay las aglomeraciones de Julio y Agosto y porque la temperatura para viajar en moto es la idónea, aunque si viajas al norte de España tienes muchas posibilidades de que te pueda llover.
Pero ¿quién dijo miedo?...
Desde el viaje a Alemania, hemos descubierto que lo mejor es no concertar los hoteles para tener libertad de viajar por donde uno quiera y hasta donde uno quiera, así que sólo pillamos los dos primeros hoteles, ya que después de mirar un poco y con esto del Covid no quisimos ser tan temerarios.
Bueno vamos al lío.
Salimos el día 6 de septiembre con toda la ilusión de aquellos que comienzan las vacaciones, montamos las maletas en KaTY y colocamos al Gato Piji en su lugar junto al móvil con la aplicación OSMAND como GPS. (De ella hablaremos al final del Post). Nuestra cara lo decía todo.
Como podréis ver en las fotos el día se levantó más otoñal que veraniego, pero la verdad que la temperatura acompañaba para ir en moto.
Pero la mano del ser humano no siempre es tan colorida, por desgracia también nos encontramos por el camino con la huella mala del hombre...
Así que Córdoba nos da la despedida con el Castillo de Belalcázar en la lejanía antes de adentrarnos en la provincia de Badajoz.
Nuestra idea era haber pasado junto al Embalse de Orellana, pasar por Zorita hasta llegar a Trujillo y poder visitar la Plaza Mayor de Trujillo, pero nuestro amigo OSMAND tenía otros planes para nosotros y nos llevó hasta Villanueva de la Serena, localidad donde reside nuestro amigo Valen. "Valen, perdón por no haberte avisado con tiempo, pero la cosa no fue planeada".
Después de desayunar, la cosa iba a ir algo más ligera o eso creíamos, porque tras pelearme con OSMAND, seguía empeñándose todo el rato en llevarnos por la autovía. No se enteraba que nosotros llevábamos a KaTY, y que con ella nos gusta ir por carreteras de las que salían en el NODO y no por esas vías rápidas sin alma para un viaje en moto.
Así que poco a poco nos acercábamos al Parque Nacional de Monfragüe, y la verdad sea dicha es que cuando planifiqué el viaje no me fijé de que íbamos a pasar por este punto. Así que lo primero que vimos fue la silueta del Castillo de Monfragüe, pero de repente nos encontramos con el Salto del Gitano (https://rutaspormonfrague.es/index.php/leyendas/item/57-leyenda-del-salto-del-gitano) junto a la Peña Falcón y al Río Tajo. Señores, tienen que ir a visitarlo ya que es impresionante el lugar. Y eso que por la sequía el nivel del Tajo era algo más bajo de lo normal.
Además allí coincidimos con una pareja motera de Granada que estaban como nosotros huyendo del calor del Sur.
Seguimos viajando por el Parque Nacional disfrutando de la carretera que cruza por el mismo y que surcan al rededor del Embalse José María de Oriol-Alcantara II. La verdad que empezamos a ver la escasez de agua en los embalses por los que íbamos pasando. Y creo que se ha juntado el hambre con las ganas de comer. La falta de lluvias y las eléctricas hacen que el paisaje se vea así de seco.
Seguimos conduciendo hacia el norte de España en busca de nuestro primer destino que se encuentra en el Valle de Jerte en la provincia de Cáceres. De modo que hasta Cuacos de Yuste, donde se encuentra el Monasterio de San Jerónimo de Yuste, tuvimos un paisaje y unas carreteras divertidas y entretenidas por los paisajes.
Las Piscinas Naturales Las Pilatillas, son unas pozas donde abundan las oquedades naturales redondeadas que se han formado por la erosión fluvial. Se trata de una zona de baño perfecta para ir con la familia o para disfrutar de la tranquilidad y de la belleza de la zona. Todo este entorno se encuentra en la "Garganta Mayor" que está formada por tres charcos naturales: Piletillas de arriba, Charco Calderón y Piletillas de Abajo. Otra cosa que nos llamó la atención es que junto a una de las zonas de baño se encuentra un chiringuito para poder tomar algo.
La verdad que un bañito si que habría apetecido, pero decidimos continuar el viaje para poder llegar a buena hora al destino y poder visitar algo más tranquilamente. Pero como se dice en el mundillo de los que viajan, "No importa el destino, sino el camino". Y es cierto, durante el camino vamos viendo cosas como lo anterior y pueblos con ese encanto que las ciudades han ido perdiendo con el tiempo.
Tras la comida, Morfeo intentaba hacer de las suyas pero el aire que entraba en el casco con la pantalla levantada ponía la balanza a nuestro favor. Cruzamos de un lado del valle al otro dejando la N-110 en medio. Nuestro recorrido nos lleva hasta El Mirador de la Memoria (https://www.esculturaurbanaaragon.com.es/extremadura15.htm) desde donde hay unas magnificas vistas del Embalse de Plasencia y del otro lado del Valle del Jerte.
En Hervás dimos alguna que otra vuelta, por culpa nuevamente de nuestro amigo OSMAND, el cual no quería que llegáramos al destino.
Y lo mejor estaba aún por descubrirse. Dimos una vuelta por el recinto para chafardear un poco y descubrimos que el lugar merece mucho la pena de ir a visitar. Tienen sus cabañitas, su piscina y hasta su propia granja de animales.
Y tras nuestra incursión por el recinto, que mejor que disfrutar de la tranquilidad del lugar junto a una cerveza y un refresco. (Ya se que para algunos un refresco no tiene el mismo glamour que una cerveza o un vino, pero que le vamos a hacer, uno es así de rarito. Jajaja).
Pero la guinda del pastel vino en la cena cuando preguntamos al camarero por los platos y nos recomendó un Chuletón de Ternera y algo de la huerta. Ambos criados por ellos. Y señores, tenemos que reconocer que la elección fue muy acertada. Así que ya sabéis, tenéis que venir aquí aunque sea para degustar los platos elaborados por ellos.
Nada más salir de Baños de Montemayor abandonamos Extremadura para adentrarnos en una de las autonomías más grandes de España, Castilla y León. Más concretamente, en la provincia de Salamanca. En este tramo disfrutamos de una carretera casi sin tráfico, por las horas que eran y de algún que otro nombre curioso de negocio.
Pero al llegar a la localidad de Las Mesetas nos adentramos en Francia... Que nooo, nos adentramos en el Parque Natural de las Batuecas - Sierra de Francia. Recomendado al 100 % para ir en moto, ya que las vistas y las carreteras son impresionantes. Hay una zona de curvas muy interesante para las motos que recuerda a alguna zona de los Alpes.
A parte de los paisajes y la carretera, las edificaciones que hay en la zona también acompañan a la estampa.
Tras dejar atrás el Embalse de Almendra nos encontramos con el Río Duero que nos regaló una de las tomas más bonitas del viaje. Además cruzamos por el Puente de Requejo (https://es.wikipedia.org/wiki/Puente_de_Requejo), situado en la provincia de Zamora.
Como anteriormente os hemos contado, no por falta de curvas uno deja de disfrutar un viaje en moto. Hay que reconocer que esta zona de Zamora con sus rectas tienen también su encanto.
Pero algo que nos llamó la atención fueron unas edificaciones de madera junto a la carretera. Tras un poco de "San Google" descubrimos que se trata del Campamento Romano de Petavonium, donde se encuentras los yacimientos arqueológicos de Zamora. Según leímos, se trata de un recinto militar con una extensión de 17 hectáreas con un destacamento de 5.000 legionarios de la LegioX Gemina, la cual permaneció en el lugar desde el año 19 a.C. hasta el 63 d.C.
Desde el mesón al hotel elegido en León quedaba nada, con lo cual pegamos el último tirón para llegar a nuestro destino y pegarnos una buena ducha, cambiarnos a una ropa algo más cómoda y aprovechar la tarde para visitar León.
Bueno, empecemos nuestro paseo por León. Lo primero que hicimos fue cruzar el Río Bernesga llegando a la Plaza Guzman el Bueno, el nombre de esta plaza me trae gratos recuerdos de mi época de militar, ya que en el acuartelamiento militar en Cerro Muriano (Córdoba) se encontraba la Brigada "Guzman El Bueno X".
La fachada de entrada al Hospital de Nuestra Señora de Regla (https://www.hmhospitales.com/sobre-hm/nuestros-hospitales/hospital-regla-leon) nos llamó la atención, ya que solemos estar acostumbrados a hospitales modernistas, pero éste mantiene la arquitectura de la zona. Desde aquí pasamos a la Avenida de los Cubos que da a la parte trasera de la Catedral.
Desde la Plaza Puerta Castillo nos dirigimos hasta la Plaza de Santo Martino donde nos encontramos con una estatua de Alfonso IX, Rey de León, y el Museo de San Isidoro (https://www.museosanisidorodeleon.com/), situado en la Real Colegiata de mismo nombre.
Parte de la historia de Doña Urraca nos sonaba de haber visto la serie El Cid, no muy buena, pero que enseña algo de la historia de España.
Además de ambos bustos también nos encontramos con un león saliendo de una alcantarilla y el regalo que le iba a llevar a mi suegra, pero que prefirió que volviera con Chus en vez de llevarle el regalo.
Callejeando volvimos por el centro de León en busca de una tienda para comprar una pila para la llave de KaTY, ya que empezaba a dar problemas. De repente empezó a chispear, con lo cual cambiamos los planes y decidimos entrar a un Lupa para comprar algo de cenar y regresar al hotel antes de mojarnos más de lo debido. Así terminamos el segundo día de viaje.
Poco a poco nos íbamos acercando a Asturias y al Parque Nacional de Somiedo, pero León nos brindaría paisajes nada envidiables a lo que nos encontraríamos algo más tarde. Eso si, las nubes nos acompañaron durante todo el recorrido.
Y llegamos por fin a Tierras Asturianas donde íbamos a pasar el día completo, sobre todo dando vueltas a Somiedo. Se nota que estábamos en el norte por empezar a encontrarnos las vacas (o vaques, con lenguaje intrusivo o bable) sueltas por la carretera. Así que cuando veáis excrementos en la carretera, os aconsejamos que soltéis un poco de gas y estad preparados para encontraros alguna de nuestras amigas por la carretera o en los alrededores.
Hicimos parada en el Hostal Parador Peñavera, en Pola de Somiedo, para desayunar antes de adentrarnos más. Es cierto que somos de Andalucía y cuando se pide una tostada te ponen una rebanada de pan de verdad, pero hoy al pedir una tostada nos dieron las sobras del pan del medio día. Muy mal por parte de los dueños. Si no tienen pan deberían habernos dicho que no tenían y hubiésemos pedido otra cosa. Aquí os dejo la foto, porque una imagen vale más que mil palabras. Eso si, el café y el vaso de leche eran tamaño XL.
La nota de curiosidad la ponían los carteles que nos encontrábamos junto a la carretera avisando del peligro de osos y que a Chus tanto le gustaban, ya que decía que podíamos ver algún oso. Pero creo que lo mejor es no encontrárselos ya que sería una situación algo embarazosa el huir de un oso con KaTY cargada hasta arriba y con nosotros encima. No creo que el pobre Gato Piji nos pudiera defender mucho. Jajaja.
Dejémonos de osos y continuemos que nos liamos. Jajaja. Bueno nuestra intención era cruzar desde la AS-227 a la As-228 por varios sitios diferentes y disfrutar de esas carreteras que normalmente se suelen evitar por su mal estado o por no tener interés turístico, pero os recomiendo que probéis saliros de lo convencional.
Después de nuestra pequeña incursión por "lo marrón", como dice mi amigo Antonio Hidalgo, el resto del camino estaba asfaltado o más o menos. Pero como hemos dicho antes, disfrutamos de carreteras donde sólo te cruzas a los autóctonos que te miran con cara de asombro o recelo por ver a alguien desconocido.
En más de una ocasión cruzaríamos a través de pequeñas localidades donde el computo de casas se podía hacer en muchas ocasiones con las dos manos y a veces sobraban dedos, pero, con el encanto típico del norte de España. Y no iba a faltar el típico Hórreo del norte que se usa para guardar el alimento lejos de la humedad y de los animales.
Con amenaza de lluvias en Oviedo nos dirigimos al hotel para darnos una ducha rápida e ir en busca de nuestros amigos que nos estaban esperando. Seguramente habrá más hoteles que estén mejor situados o más cerca del centro de la ciudad, pero nosotros buscamos uno que estuviera cerca de la casa de nuestros amigos, con lo cual el hotel elegido fué el Hotel Castro Real (https://www.hotelcastroreal.com/) y que merece la pena por las habitaciones, además de tener parking privado.
Como habréis visto en las fotos anteriores, el gris en el cielo fue la tónica de parte del día. De todos modos nosotros no nos amedrentamos y continuamos nuestra ruta sin hacer caso al tiempo.
Nuestra idea inicial era haber parado en Cangas de Onís e ir posteriormente a visitar Covadonga, pero para ser las fechas que eran, había gente por todos lados. Por eso no nos paramos, ya que hacerlo sería perder mucho rato y como ya lo conocíamos decidimos continuar la ruta.
Los primeros contactos con el embalse presagiaban lo visto durante todo el recorrido, la falta de agua en los embalses y pantanos. De hecho os vamos a dejar una foto que realizamos en el 2011.
Con esta foto ya tenemos a los dos Corzos que hay en Cantabria el del Puerto de San Glorio y el del Puerto de Palombera. Os dejo aquí la foto del otro corzo.
Por fin en el lado cántabro, continuamos por la N-621 hasta legar a Potes (https://www.picoseuropa.net/liebana/), una de las localidades más visitadas en Cantabria por su belleza y por estar de paso para ir hasta Fuente Dé (https://www.picoseuropa.net/liebana/fuentede.php), donde se encuentra el famoso teleférico. Durante todo el recorrido fuimos disfrutando de las maravillosas vistas que nos brindaban los Picos de Europa (https://parquenacionalpicoseuropa.es/).
A partir de Potes la vía transcurre junto al Río Deva entre esas paredes inmensas que le dan un encanto especial. Aprovechamos para hacer una parada en la localidad de La Hermida para comer algo. Benito nos llevó a "Casa Paquin" (https://www.facebook.com/Restaurante-Paquin-430299547051286/) donde degustamos de los siguientes platos.
La Hermida, a parte de tener muy buenos locales para comer, es famosa por su balneario y por unas Pozas Termales (https://www.chapuzones.com/piscinas/pozas-termales-del-rio-deva) que hay en la zona.
En Puentenansa aparecieron los primeros carteles que indicaban el lugar al que nos iba a llevar Benito. Pero como era una sorpresa pues os digo que nos llevó por la CA-181 hasta la localidad de Celis, y desde allí nos metió por un camino asfaltado hasta nuestro próximo destino.
Las vistas que hay desde este lugar son impresionantes y Benito nos comentó que verlo todo nevado es un espectáculo para la vista.
Con tanta lluvia al final decidimos comprar algo y cenar en casa de Benito, así que de camino a su casa paramos en el Bar Tucan, donde compramos unas fajitas. Pero mientras esperábamos a que nos sirvieran aprovechamos para tomar algo en el Bar Riomar, desde donde vimos salir un arco-iris que presagiaba el tiempo que íbamos a tener los días siguientes.
Sentados en la cocina degustando nuestros manjares, jejeje, tras una de esas charlas donde se cuentan muchas historias terminamos el día y nos fuimos a la cama.
Día 10 de septiembre, nos levantamos con unas vistas por la ventana que no tienen precio y que indicaban que iba a ser un buen día.
Desde este punto cogimos las carreteras que van bordeando la costa y desde donde se tienen unas vistas del Cantábrico que no tienen precio.
Envidia sana nos daba nuestra amiga Reyes cuando nos enseñó lo que había al lado de su casa y que independientemente de la época del año se podría disfrutar, tanto para darse un buen baño como para ir a relajarse un rato y desconectar del mundo.
El regreso lo hice por la Autovía, pero la ida al concesionario la hice por la CA-232 y la N-611 y que recomiendo hacer si no se lleva prisa. Dicho recorrido lo haríamos todos los días para ir a desayunar.
Empezamos el periplo Reyes, vamos a llamarlo así, conociendo a la sobrina de esta y comiendo en la Taberna La prensa (https://tabernalaprensa.com/) lugar que recomiendo por lo curioso de su decoración. Desde aquí le mandamos un saludo con mucho flow a Saioa (Soyara, para mi, jejeje).
Con el mal sabor de boca de no haber podido disfrutar de un atardecer como dios manda, no hay mejor manera de combatirlo que comiendo una hamburguesa de Vaca Tudanca en La Taberna del Buddha (https://latabernadelbuddha.es/) y una buena charla entre amigos.
Continuamos nuestro paseo por Santoña descubriendo la arquitectura de los edificios y la decoración de algunas paredes con un guiño al pasado.
Tras haber pasado un buen momento remando en los kayaks, de haber disfrutado un poco de las fiestas de Santoña y de haber conocido otro lugar precioso de esta España que tenemos, Reyes nos llevó a disfrutar de eso que no pudimos hacer el día anterior y que no era otra cosa que ir a ver un Atardecer en Liencres. Al llegar al lugar nos encontramos con un parking abarrotado de coches, autocaravanas y furgonetas camperizadas de diferentes sitios. Pues anduvimos por los caminos para coger un buen sitio y poder disfrutar de ese atardecer que no defraudó para nada. El entorno y el esperar hasta que el astro sol desaparece por el horizonte no tienen precio.
Tras recoger a Oscar, natural de Santoña pero con corazón malagueño, nos dirigimos a Asón donde se encuentra la Cascada del Río Asón (https://viajeros30.com/2015/05/05/nacimiento-del-rio-ason-busca-cascada-perfecta-cantabria/). Así que hoy nos tocaba calzarnos las zapatillas de senderismo, ponernos la mochila en la espalda con unos bocatas y algo para beber. La ruta de un nivel asequible se trataba de seguir las indicaciones amarillas y blancas. Quitando una parte algo más difícil por las piedras se puede realizan con niños.
Deshicimos el camino andado hasta llegar al coche para ir al Mirador de la Cascada del Río Asón (https://postureocantabro.com/miradores-en-cantabria-que-no-te-puedes-perder/#8_Mirador_del_Collado_del_Ason) donde nos hicimos la foto de rigor.
Después de tantos miradores, paseos y el bocata que nos habíamos comido, apetecía el postre. Así que Reyes nos llevó a Liérganes para darnos un paseo por sus calles disfrutando de la arquitectura de sus edificios y saboreando un helado y unas palmeras de chocolate en la Pastelería Rego (https://pasteleriarego.com/). Después aprovechamos y nos tomamos algo para beber en la terraza del Hotel El Cantábrico (https://hotelelcantabrico.es.tl/).
Aún teníamos tiempo de hacer una última visita antes de volver a casa y cenar algo tranquilamente después de una merecida ducha. Reyes nos llevó a visitar la Playa de los Caballos (https://furgoneteate.com/playa-de-los-caballos-comarca-de-santander-cantabria/) una de esas playas que hay que visitar en la costa cántabra.
Día 13 de septiembre, llegó nuestro último día en Cantabria antes de emprender el viaje de vuelta. Nos quedaba por visitar la capital cántabra y por fin llegó el día. Aprovechando que Chus y Reyes se hacían un tatuaje en común yo me fui a visitar parte de la capital.
Callejeando llegué a la Iglesia del Sagrado Corazón (https://descubresantander.es/lugares-de-culto-en-santander/iglesia-sagrado-corazon/), a la cual no pude entrar porque estaba cerrada por la hora. Seguí paseando y disfrutando de una ciudad muy limpia pero con muchas cuestas, jejeje. Mi siguiente punto fue llegar a la Plaza de Velarde, más conocida como Plaza Porticada, donde se celebran de todo tipo de eventos, desde conciertos hasta exposiciones. En uno de los accesos a la plaza os encontraréis con la Estatua de Pedro de Velarde conocido por participar en el levantamiento del 2 de Mayo durante la Guerra de Independencia española.
Aún Chus y Reyes no habían terminado, con lo cual me dirigí al Jardín de Pereda, el cual comenzó llamándose Jardines del Muelle en 1905,pero que cambió al nombre actual en 1911 cuando colocaron el monumento a José María de Pereda. En dicho monumento se puede observar en su parte más alta la figura del escritor, y a su alrededor se observan escenas relacionadas con cinco de sus novelas: "Sotileza", "Peñas Arriba", "El Sabor de la Tierruca", "La Leva" y "La Puchera".
Esperando sentado en uno de los múltiple bancos que hay en la zona, pude observar la actividad que transcurre en el parque en un día normal; gente paseando, animales corriendo por sus jardines, los operarios de un tiovivo preparándolo para la llegada de esos niños y adultos que se irán a montar. Y todo ello con el ruido de fondo de los barcos al navegar por la Bahía de Santander.
Pero lo más curioso es que junto a esta estampa que os acabo de narrar, os encontraréis el Centro Botín, un espacio dedicado al arte y al desarrollo creativo, pero que para mi gusto rompe la estética del entorno. Lo único bueno es que desde el mismo se podrá disfrutar de las mejores vistas de la bahía y de la ciudad.
Continuamos nuestro paseo y llegamos a una heladería llamada Enjoy It! (http://www.tuenjoy.com/) donde nos atendió una amable muchacha y que nos recomendó que probáramos algunos de los sabores que tenían y que estaban muy conseguidos.
Tras el helado cruzamos hacia la Escuela Técnica Superior de Náutica, junto a esta se encuentra el Dique de Gamazo y la Duna de Zaera. El primero usado para la reparación y mantenimiento de barcos grandes, y la segunda es una zona para pasar el rato tranquilamente disfrutando de la Bahía de Santander.
De regreso en busca del coche vinimos paseando por el Paseo Marítimo de Santander, encontrándonos con Los Raqueros (https://www.cantabriarural.com/monumentos/monumento-a-los-raqueros.html) monumento tributo a esos niños pobres o marginales que sobrevivían a base de pequeños hurtos o de conseguir monedas que los pasajeros y tripulantes de barcos arrojaban al mar. Los raqueros se lanzaban al mar para bucear y conseguir sus pequeños premios. Dicen que la palabra raquero proviene de la castellanización de la palabra inglesa wrecker (ladrón de barco, saqueador de naufragios).
Continuamos paseando por la península de la Magdalena donde se puede disfrutar de unos jardines inmensos y con unas vistas del Faro de la Cerda, sobre el acantilado donde anteriormente se situaba la Batería de Santa Cruz de la Cerda usada para proteger la ciudad de Santander de los enemigos en 1639. Además del faro, hay unas vistas impresionantes de la Isla de Mouro, la cual tiene una fauna y flora única en la zona. Además fue un punto estratégico en la Guerra de la Independencia de España cuando los ingleses aliados de los españoles ayudaron a recuperar la península de la Magdalena ocupada por los franceses, lo que permitió el desembarco de las tropas españolas en El Sardinero.
Por fin llegamos a la parte más alta de la Península de la Magdalena donde se encuentra el Palacio de la Magdalena con una gran belleza.
Subimos por el lado derecho del parque y bajamos por el lado que te lleva al parque marino, por llamarlo de alguna manera ya que habían dos leones marinos aburridos dando vueltas en un pequeño recinto, una triste foca por encontrarse sola y unos pequeños pingüinos más agobiados que Rosalía comiendo pipas, por tanto turista haciéndoles fotos. No hicimos fotos porque realmente nos sentimos algo culpables por tener así a estos pobres animales para nuestro entretenimiento.
Después de nuestro paseito por la Península de la Magdalena, Reyes nos llevó engañados a ver la Playa Mataleñas, cuyo acceso se realiza usando unas escaleras y que tiene un semáforo que indica el aforo de la misma. El entorno merece la pena.
Quitando ese pequeño punto negro en la historia, en los acantilados hoy en día encontraremos viada de todo tipo. Es más, es el lugar de encuentro de una de las aves más típica de las zonas de costa.
Para terminar el día Reyes intentó llevarnos a cenar a un sitio, pero éste se encontraba cerrado, con lo cual tuvo que tirar de plan B y nos fuimos hasta Torrelavega donde encontramos abierta la Cafetería Babel (https://babel-cafe.negocio.site/). Disfrutamos de unos bocadillos riquísimos y de la amabilidad de la dueña del local, sitio recomendado aunque esté algo escondida.
El chubasquero iba a ser la tónica del día. Aunque tengo que decir que lluvia sólo pillamos al final del viaje.
Continuamos bordeando el embalse en busca de nuestro siguiente destino o punto de interés. Durante nuestro recorrido pasamos por varias localidades disfrutando de esas cosas que a nosotros nos llaman la atención.
Tras recorrer una de esas carreteras que tanto se disfrutan yendo en moto aun estando en tan mal estado, llegamos a nuestra siguiente parada.
En Burgos nos dió la bienvenida un lagarto algo grande que tuvo que asustar a nuestro amigo OSMAND, porque nos hizo dar unas vueltas por la ciudad que para nosotros quedan. Y eso que teníamos prisa en llegar a Lerma, pero se ve que a él no le importaba mucho.
Tuvimos que pedirle ayuda a "San Google Maps" para llegar a Lerma donde nos esperaban Arantxa, Jorge y Lucas, el amigo del Gato Piji, a los que llevábamos tiempo sin ver. Aunque normalmente se dice "Lo bueno si breve, dos veces bueno", en este caso nos quedamos con esa espinita clavada de haber podido pasar más rato con ellos pero no podíamos quedarnos más. Así que queda pendiente volver a vernos.
Llegó la hora de la despedida y continuar con el viaje, de modo que nos volvemos a montar en KaTY para seguir atravesando Castilla y León y disfrutando de las carreteras y de los pueblos que atravesábamos. Por ejemplo en Peñafiel dejamos a un lado su castillo, que queda anotado en esa libreta de futuribles visitas.
Y por fin llegamos al destino. En esta ocasión nos alojamos en Casa De La Paca (http://www.casadelapaca.com/), una casa rural donde dormimos en una habitación con baño privado. Allí coincidimos con unos peregrinos que estaban haciendo el Camino de Santiago y que estaban haciendo el viaje por etapas. Una ducha rápida y fuimos a disfrutar un poco del lugar. Coca es una localidad famosa en el mundo de las motos por su Castillo aunque descubrimos alguna que otra cosa más.
Pero como he dicho antes, lo más llamativo del pueblo es el Castillo de Coca (http://www.castillodecoca.com/). Fue Don Alonso de Fonseca, sobrino del Arzobispo de Sevilla Alonso de Fonseca quien pidió a Alí Caro la construcción del mismo. Se trata de una fortificación de planta cuadrangular y patio de estilo mudéjar, flanqueada por la Torre del Homenaje.
Una vez visto el castillo decidimos tomar algo y resguardarnos del fresco que hacía y de la llovizna. De modo que hicimos algo de tiempo antes de comprar algo para cenar en la habitación y descansar del viaje.
Por culpa de la manta de agua que sufrimos, no hay fotos del recorrido. Al llegar a la altura de la localidad Herrera del Duque y habiendo escampado decidimos parar a tomar algo antes de que la cosa se volviera a poner fea. Buscando y preguntando llegamos hasta la Plaza de España donde nos sentamos en el Bar Antonio Calle. Un lugar algo atípico para el entorno, pero que le da ese toque de modernidad que muchas veces falta en localidades así de perdidas en el mapa.
Aprovechando que el tiempo nos daba una tregua, continuamos por la N-502 una de esas carreteras que merece la pena circular en moto, ya que se trata de una carretera muy bien asfaltada, con curvas rápidas, con una zona como la de la Sierra de Gredos y con unos paisajes que van cambiando debido a que transcurre por cuatro comunidades autónomas.
Vislumbrando Córdoba capital, Chus y yo veníamos diciendo que el viaje se nos había hecho muy corto y que no veníamos cansados de viajar en moto. Supongo que también pueden influir los días que estuvimos haciendo otras actividades mientras que KaTY se quedó descansando en el garaje de Reyes.
Otra cosa a mejorar, son las indicaciones del siguiente enlace o giro. Puesto que en dicho recuadro lo mismo te indicaba curvas cerradas o no indicaba a tiempo la giro a tomar.
Pero hay que reconocer que crear un track es muy sencillo en esta aplicación.
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