SUBIDA AL CERRO MURIANO
Terminamos el mes de Enero haciendo un poco más de deporte. Desde nuestra visita al Caminito del Rey llevábamos rumiando el subir al Cerro Muriano andando y comernos un chuletón después del paseo.
Pues llegó el día y los planes cambiaron un poco. Para empezar, en el destino se nos iban a unir el resto del grupo y el chuletón se quedaría en algo menos.
Pero eso ya lo iremos viendo.
Dejamos el coche aparcado junto a las cocheras de Aucorsa, que los que son de Córdoba saben de donde hablamos.
Armados con nuestros palos, zapatillas atadas y con ganas de un buen chuletón emprendimos el camino de subida hasta la localidad de Cerro Muriano. Seguimos las señales que indicaban que por esa zona transcurre el Camino de Santiago Mozárabe.
El día, aunque hacía algo de aire, nos acompañaría con la temperatura haciendo que pudiéramos disfrutar de nuestro paseo y de las imágenes que nos brinda Córdoba a su salida.
Nos alejamos de Córdoba poco a poco continuando nuestro camino, que nos llevaría por las urbanizaciones del Paraíso Arenal y la de La Colina.
Abandonamos los adosados y el asfalto para adentrarnos en la naturaleza. Por una zona que, durante mi infancia, había recorrido tanto a pié como en bicicleta.
Sorteando charcos, creados por las lluvias de los días anteriores, continuamos poco a poco por los senderos que estaban señalizados por las flechas amarillas que indicaban el Camino de Santiago hasta llegar a la Santuario de la Virgen de Linares.
Hicimos una pequeña parada, para visitar el Santuario de Nuestra Señora de Linares (http://www.virgendelinares.com/) , situada al pié de Sierra Morena forma parte de la reconquista de Córdoba por Fernando III en 1236, estableciéndose aquí su campamento aprovechando una antigua torre vigía musulmana para construir el primer santuario.
Abandonamos el Santuario e intentamos hacer un poco el cafre antes de continuar el camino. Frente a al Santuario se observaban unos arcos que pertenecen al antiguo recorrido de las vías del tren que pasaba por la zona, y desde donde hay unas vistas del mismo y su entorno que merecen la pena.
Continuamos el Camino de Santiago que transcurre por la Cañada Real Soriana y donde seguíamos encontrando más flechas indicando el sentido del mismo.
Esta zona la conozco bien por los numerosos años de acampadas en Semana Santa que he pasado con mis padres, tíos y primos.
Siempre hay que hacer caso a los carteles que os vais encontrando durante el recorrido, por un motivo u otro están ahí para evitar que los animales se escapen (por ejemplo).
A partir de este punto comienza la parte más dura del camino porque desde el mismo se comienza el ascenso hacia nuestro destino.
Según nos cuenta Jesús, el camino transcurre por una antigua vía romana utilizada para trasportar el cobre cordobés extraído de las minas de Cerro Muriano. Pero el tiempo ha hecho de las suyas, dejando sólo algunas piedras como vestigio de tiempos mejores.
Pero en uno de los altos, desde donde teníamos unas vistas impresionantes, nos encontramos con un pedigüeño vagando solo.
Por su gran sabiduría nos estuvo contando que cerca de esas vistas había una antigua cantera usada por una de las empresas más importantes de Córdoba para extraer materiales y que fue abandonada. El tiempo poco a poco hace que la naturaleza vuelva a recuperar lo que las personas le arrebataron en el pasado.
Continuamos el camino hasta enlazar con la N-432-A, muy frecuentada por moteros de la zona. Por ello hay que tener cuidado, ya que salimos a una zona de curvas donde los imitadores de Valentino Rossi y Marc Márquez intentan hacerse la foto con la tumbada, sin saber que pueden tener un percance ellos o atropellar a otros.
Así que lo dicho, cuidado en ese tramo que son unos pocos metros, aunque vamos pegados a la carretera.
Más adelante encontraréis el camino que continúa fuera del asfalto, y como en el Mago de Oz, seguiríamos las flechas y la concha amarilla.
Volvimos a encontrarnos parte del recorrido que hacía el tren por la zona. Pero como en aquellas películas del oeste, de nuestra infancia, intentamos ver si se acercaba alguno. No tuvimos muchas suerte. Jejeje.
Continuando por el sendero, nos encontramos una placa conmemorativa a Vicente Mora Benavente, peregrino y presidente fundador de la Asociación del Camino de Santiago de Córdoba, gracias al él se señaliza el Camino Mozárabe.
Dejamos atrás Villa Enriqueta, nombre que se le da a dicha zona, para continuar nuestro camino hacia Cerro Muriano andando por el margen exterior de la carretera protegidos por los guardarrailes.
Hasta llegar al cartel que nos indicaba que llegó el momento de cruzar al otro lado de la vía. Pero junto a éste encontramos otro que nos indica que tengamos mucho cuidado ya que el cruce se encuentra en una curva sin visibilidad, y como ya hemos comentado anteriormente es zona de moteros y ciclistas. Así que mucho ojo al cruzar.
Tras un pequeño tramo entre arboles y senderos nos encontramos con la última cuesta, la cual después de todo el camino ya recorrido te cae como un jarro de agua fría y te hace pensar que estás muy mal de forma. Jejeje.
Pero una vez pasado el repecho de pocos metros el resto de camino es un paseo.
Como hemos dicho anteriormente, el resto del camino es un puro paseo por la naturaleza, llegando ya a la civilización y deleitándonos de los adornos que los propietarios de los numerosos chalets que nos vamos encontrando por el camino.
Y aún nos encontramos con algún cartel que nos invitaba a seguir haciendo más rutas. En este caso hasta Santa María de Trassierra.
Y por fin llegamos a nuestra meta. Y como se dice, más vale una imagen. Aquí os dejamos la nuestra.
Cerro Muriano (https://cordobapedia.wikanda.es/wiki/Cerro_Muriano) es una barriada perteneciente a los términos de Córdoba y Obejo. En la época del emperador romano Tiberio (14 d.C. al 37 d.C.) se convirtió en una de las poblaciones mineras más importantes de la Bética.
Hay dos teorías sobre el nombre de esta localidad, Cerro Muriano . La primera dice que podría deberse a la traducción del latín morituri (morir), debido a los numerosos mineros que murieron en sus canteras. La otra teoría dice que su origen podría ser de la traducción del latín mur muris (roedor), por la cantidad de estos animalillos que había en el lugar.
Pero hoy en día es conocida por la Base Militar BRIMZ X que el Ministro de Defensa Azaña, en época de la II República situó en los alrededores de dicha localidad.
Y como no todo va a ser andar y culturilla, el cuerpo también pide que lo alimentemos. En esta ocasión nos paramos en el Bar EquXs, donde se nos unieron el resto del grupo y donde degustamos algún que otro plato de los que se pegan a los riñones. Jejeje.
Una vez comidos decidimos regresar a Córdoba para merendar y terminar el día en buena compañía.
Aquí os dejo el recorrido que el reloj de Jesús registró durante el recorrido.
Quiero dar las gracias a Chus por seguirme en todo lo que hago. Da igual que sea en moto, andando o en coche.
Un abrazo a todo el mundo y cuidaros que la próxima salida está aquí ya.
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