RÍO CHILLAR
Como no todo va a ser salidas en moto, esta vez nos decidimos a realizar otro tipo de deporte. Algo menos dañino para el medio ambiente.
Decidimos hacer senderismo en el Río Chillar.
El Río Chillar nace en la sierra de Almijara, en el núcleo del Psarque Natural Sierras de Tejeda.
Su recorrido transcurre casi íntegramente por un profundo desfiladero de mármoles dolomíticos. Y tiene una longitud de sólo 17 km, y por la cercanía de las montañas al mar Mediterráneo su desnivel medio es muy elevado, del 7,3.
El río Chillar disfruta de un caudal relativamente constante a lo largo del año, incluso durante períodos de sequía.
El río Chíllar se pude dividir en siete segmentos, según las características de pendiente y terreno que recorre. Recorriendo nosotros el tramo que discurre por la zona de "Los Cahorros". Siendo la zona más conocida por los excursionistas.
Comencemos con el paseo.
Aparcamos el coche en la parte alta de Nerja para emprender nuestro paseo. Tomamos un camino asfaltado con gran pendiente, de la cual nos acordaríamos a la vuelta.
El ánimo estaba en lo más alto y cuando nos acercamos a la zona de tierra antes de llegar al río Chíllar, nos encontramos con una visión algo curiosa.
Si, los zapatos colgando del tendido eléctrico. ¿Qué nos quería decir esa señal? Pues lo descubriríamos posteriormente tras realizar el paseo.
Tras la imagen del calzado colgando, entramos en zona arenosa. Quién nos iba a decir que tras esta imagen de sequía nos íbamos a encontrar con el paisaje que posteriormente vendría.
Apareció el primer atisbo de río en el camino, y con él empezó algún que otro charco.
A su vez éstos cada vez se iban haciendo más grandes.
Hasta que esos charcos, que se iban uniendo, empezaron a formar un pequeño arroyo.
Para vuestro conocimiento, os recomendamos que no hagáis el camino muy tarde, ya que os encontraréis con mucha gente haciendo el recorrido como vosotros. Y habrá sitios donde para haceros una buena foto sin gente va a ser algo difícil. Pero sólo habrá que tener algo de paciencia. Jejeje.
El recorrido que os encontréis hasta llegar a una pequeña presa es de lo más suave, con los cantos rodados del arroyo y con el nivel del agua muy bajo. Pero a partir de ella el camino empieza a endurecerse para los senderistas que no vayan preparados con calzado apropiado...
(Ya os informaremos sobre el calzado algo más adelante).
(Ya os informaremos sobre el calzado algo más adelante).
Tras las presa os encontraréis con una zona estrecha y de paredes altas, y que dan ese encanto al recorrido. Haciéndote creer que estás practicando barroquismo o algún deporte de riesgo. Jejeje. Claro siempre desde la mente de una persona que no sale de la ciudad.
Cada vez el camino se va complicando más, sin llegar a ser algo impracticable. Pero que ya obliga a que en algunas zonas se vaya con más precaución al pisar, ya que las piedras resbaladizas te pueden jugar malas pasadas si el calzado no es el idóneo. (Y lo digo por que lo sufrí en mis carnes)
Si eres un amante de unir el practicar ejercicio, la naturaleza y la fotografía, éste puede ser un sitio donde puedes aunar las tres cosas.
Y para muestra las siguientes imágenes, ya que el paisaje invita a sacar tu lado más creativo.
Durante el camino nos vamos encontrando con algunas zonas preparadas para que se formen pozas y que la gente pueda mojarse tranquilamente en plan Spa. Ya que tienes varios de los elementos de sus elementos. (Agua fría, zona de piedras para masajes de pies, musgo y baro para frotarte, etc...)
Pero no todo en el recorrido es ir con tranquilidad, también tendréis la zona de las gincana.
E incluso la zona para hacer el mono y el orangután. Caída incluida frente al respetable. Así que si tenéis pudor y sentido del ridículo, os recomiendo que no lo hagáis. jejeje.
Pero no todo el camino es malo, también tenéis zonas donde se pueden hacer pequeñas paradas y descansar un poco los pies. Y disfrutar el paisaje con cara de... (que cada uno ponga el adjetivo que quiera... jejeje)
Y antes de llegar al destino de nuestro paseo, nos encontramos con la siguiente imagen, la cual no te hace presagiar lo que posteriormente nos encontraríamos.
Y por fin llegamos a la meta. Donde nos dimos nuestro baño triunfal para descansar del paseo y poder tomar fuerzas para la vuelta.
Tras el descanso y el avituallamiento para retomar fuerzas, retomamos el camino inverso para regresar a la civilización, pero volviendo a disfrutar de esos pequeños detalles que en la ida nos perdimos y que en la vuelta se saborean con más tranquilidad.
Bueno. Y después de unos 16 Km entre ida y vuelta, ya es hora de deciros que el calzado es muy importante para ir a un sitio como este.
Si sufrís de pies delicados o por norma os suelen molestar los pies. Llevad calzado con suelas que amortigüen al pisar, y no con las zapatillas que venden para ir a la piscina. Ya que lo vais a agradecer
Y no me refiero que tengáis que comprar aquellas famosas J'hayber.
Porque empezaréis el camino con esta cara....
Y se convertirá en ésta otra cara...
Pero hay que reconocer que merece la pena hacer la visita al río Chíllar aunque sea una vez. Y sobre todo hay que ir con buena compañía para echar unas risas cuando uno se cae o para ir charlando mientras se disfruta de un lugar como éste.
Por eso quiero dar las gracias a mis compañeros de paseo que hicieron que el día quede guardado en el disco duro de los recuerdos.
Por eso quiero dar las gracias a mis compañeros de paseo que hicieron que el día quede guardado en el disco duro de los recuerdos.
Pero como en todos los grandes grupos siempre hay clases y clases. Y en el nuestro estaban los "ARMESTOS". Por lo visto pertenecientes a la alta alcurnia española. Son un club elitista donde solo pueden entrar los de su linaje.
Pero el grupo de "LOS OTROS" formado por Javier, María, Marta y un servidor no tenemos nada que envidiar. Jejeje.
Un abrazo a todo el mundo y no os lo penséis. Id a pasar un día inolvidable.
Un abrazo a todo el mundo y no os lo penséis. Id a pasar un día inolvidable.
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